... de Santiago ensangrentada. Revuélvete en tu tumba, Pablo Milanés (ah, ¿no estaba muerto? ejem).
Y bien. Allí está. Libre bajo fianza. Fujimori ha salido de su celda no por una inesperada maniobra de la mafia fuji-montesino-pinochetista que haya copado sorpresivamente el poder judicial chileno. Dejemos esos armatostes excusantes para la era Olivera. Está suelto por la ineptitud de los acusadores y de la gente en el gobierno y fuera de él (aquí llueve para todos) que realmente no ha sabido como enfrentar a un gobernante que merece estar en la cárcel, sin caer en histerias macartistas o en poses de hippie desubicado. O en ambas cosas.
Fujimori debería estar en la cárcel. Fujimori debería estar condenado. Pero para acusar a alguien hay que mostrarse racional y sensato, no en un rage against the machine donde jueces, ministros de justicia o presidentes de colegios de abogados, adelantan opinión sobre un caso aún no procesado ni terminado, donde la maquinaria de política exterior se ve forzada a romper relaciones con países extranjeros por un caso penal con nombre y apellido.
Les obsequiaré unos cuatro valiosos tips para capturar a Fujimori, pero para eso tienen que quitarse sus ideas preconcebidas o los slogans que han estado gritando por años. Sí, es como quitarse un parche de esos que salen con todo y vellos, pero ¿quieren a Fujimori tras las rejas o no? Yo sí:
1. Fujimori no es Pinochet. Por más que la década de los 90's les haya obsequiado a muchas ONGs que perdían el rumbo tras la caída de la URSS a un dictador ideal al cual declarar enemigo eterno, (y con varias razones perfectamente entendibles) comparar a Fujimori con Pinochet es darle herramientas a pinochetistas y fujimoristas en ambos lados de la frontera.
Los pinochetistas de Chile agradecerán que se ponga a su ídolo y maestro del asesinato al lado de una persona con la cual no se puede comparar ni en broma por desempeño homicida. Así dirán los fanáticos del general: "si dicen que son la misma cosa, ergo Pinochet no es un asesino sino que tuvo uno que otro desliz". Ok, ya puedo escuchar un "La Cantuta-Barrios Altos" por allí. Por ese lado Fujimori tiene la misma responsabilidad política como Belaúnde o García por los muertos inocentes (muchísimos más numerosos en cada uno de sus períodos de 5 años, que en los 10 del fujimorato) de la guerra interna que vivimos hasta hace poco y de la que todavía vemos rezagos.
¿Puede que Alan García haya dicho "maten a todos en Cayara por terrucos"? Puede.
¿Puede que Belaúnde haya dicho "masacren a la población de Ayacucho si encuentran un solo terrorista"? Puede (con otras palabras el muy gentleman-nice, claro, pero puede).
¿Puede que Fujimori haya dicho "que mueran todos en en esa fiesta de Barrios Altos por sospechosos"? Puede.
Pero puede que no. Presunción de inocencia le dicen cuando no hay pruebas.
Queda en el campo de cuan malo nos parezca tal o cual personaje, pero no de lo judicialmente fáctico y punible. Sabemos que no fueron políticas sistemáticas como las de Pinochet quien si dió la orden expresa de masacrar gente arrestada a mansalva en el Estadio Nacional en Santiago, o aniquilar a diestra y siniestra a quien tenga cara de rojo. Eso es política de estado, lo de la Cantuta y Barrios Altos (previos al autogolpe del 92) no.
Con ese argumento no podrán traer a Fujimori, a menos que haya una prueba de orden expresa. Si la hubiera, no estaría suelto bajo fianza.
2. El Presidente y los Jueces del caso no pueden hablar del tema ligeramente. Una cosa es que Toledo o Paniagua digan que debe ser extraditado. Ese es todo el derecho del gobierno. Y allí debe morir la función. Pero no: la demagogia puede más. Sobre todo cuando era negocio electoral ser anti-fujimorista (ahora no tanto, las declaraciones de Alan u Ollanta sobre la liberación de Fujimori fueron, por decirlo benignamente, tímidas).
Tu eres un juez de Japón. Tu eres un juez de Santiago. El caso Fujimori no te despierta ninguna emoción fuerte. Recibes el expediente. Luego recibes también declaraciones del vicepresidente sobre que van a esperar personalmente la llegada del acusado para enmarrocarlo. La presidenta del Colegio de Abogados, encabeza una marcha a favor que lo encarcelen. El presidente de la República adelanta que la cárcel le espera seguramente al acusado. Y solo por mencionar dos entre tantos.
Tu eres un juez de Japón. Tu eres un juez de Santiago. Después de ver eso, el país que requiere la extradición dice que su poder judicial actuará con total imparcialidad y razón. Vaya. Hasta parece orquestado para dejarlo libre donde asiente sus japonesas posaderas.
3. Fujimori es CÓMPLICE: Esa es la palabra clave. Esa es la palabra con la que se cuentan pruebas. Si la estrategia judicial se centrara en eso en vez de ocuparse que si se robó lingotes o el bluff de la bailarina Leonor La Rosa. Dejen de mezclar la payasada con lo serio. Tenemos a Montesinos colmado de videos inculpatorios en su contra. Basta asociar la complicidad y permisividad consciente que tuvo Fujimori como presidente con su asesor, para mandarlo de manera expresa tras las rejas. La "indemnización" que le otorgó a Montesinos al final de su mandato bastaría por si sola para probarlo, si se centraran en ella. Allí hay pruebas. Allí hay material.
4. Esterilizaciones forzadas. He mencionado en el punto 1 que los casos de La Cantuta y Barrios Altos no fueron parte de una política sistemática del Estado. Las esterilizaciones sí. Contaron con aprobación estatal y las pruebas no se remiten a un par de casos como los antes mencionados, sino a millares de mujeres marginales desperdigadas por todo el país. Fujimori tiene la responsabilidad directa de aplicar de manera inhumana la política "anti-demográfica" del FMI sin tener en cuenta la dignidad humana. Allí hay pruebas. Allí hay material.
Bueno. Allí está. Sé que algunos me acusarán de no plegarme a los clásicos argumentos antifujimoristas, pero ya se habrán dado cuenta que la ortodoxia no es mi estilo. Yo voy a los resultados concretos: es culpable de crímenes, hay que castigarlo y hay que ver la mejor estrategia para hacerlo. El resto, es pasarse de azúcar en el café.
1 comentario:
Respecto a 1) existen indicios de que Fujimori sí conocía de este plan de guerra de baja intensidad con asesinatos selectivos. Resulta difícil creer que oficiales de mediano rango hubiesen decidido actuar por su cuenta. De ser así, no se hubiera dado esa casi inmediata amnistía que los salvó de afrontar responsabilidades. Quizá el hilo de la madeja terminaba en Montesinos y no alcanzaba hasta Alberto Fujimori aunque sí a uno de sus hermanitos. Recuérdese que los implicados en el caso Barrios Altos llegan al lugar de los hechos en una camioneta asignada a Santiago Fujimori.
Sería toda una discusión decidir quién fue más asesino: un malvado Fujimori responsable directo de la muerte de una centena de personas o un respetabilísimo Fernando Belaunde que se lavó las manos del asunto de los “abigeos” y se convirtió en un responsable indirecto, pero fundamental de que durante su gobierno los muertos se hayan contado por decenas de miles. Por salud mental, no es bueno detenerse demasiado en comparaciones porque para las subjetividades no hay acuerdo. Si es cuestión de números, Belaunde es peor que Fujimori; si es cosa de animus, Fujimori le lleva la delantera.
En el caso de 2) parece ser que, en sí, traer a Fujimori es un objetivo secundario en cuanto a que el tema es instrumentalizado para cuestiones de imagen mediática de los diferentes actores políticos de la sociedad. Como bien das a entender, cada actor político antes que preocuparse por la extradición como tal, se preocupa por su performance mediática respecto al tema de la extradición. No sólo las ONGs tienen que “agradecer” que haya habido un Fujimori para justificar su razón de existir.
Sobre 3) y sobre 4) no tengo nada qué agregar. En pocas palabras está todo dicho. No veo heterodoxia en tus análisis salvo que ésta sea relativa al entorno. Ya sabes: Pablito Iglesias, siendo conservador en la PUCP, podía ser visto como un rebelde y por tanto romántico ¡Plop!
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