27.9.07

Salvemos los Derechos Humanos

Observo con temor un debilitamiento sostenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamados hace casi 60 años en el seno de la entonces naciente Organización de las Naciones Unidas. Este documento valioso y redactado en un contexto muy auspicioso como la derrota de las fascistas potencias totalitarias, ha sido sacado de su honroso pedestal para ser blandido como arma por unos y vilipendiado por otros.

En el contexto más reciente y comarcano, las acusaciones en torno a Fujimori y sobre el polémico Ojo que Llora han hecho más evidentes las visiones contrapuestas de los dos principales sectores opinativos en torno a los D.D.H.H. Por un lado una facción, de izquierda casi sin excepción, que hace un uso selectivo de este documento para que, a la par de defender causas indiscutibles, atacar objetivos políticos precisos al mismo tiempo de ponerse una venda en situaciones incómodas para la ideología. En el otro extremo, la palabra "derechohumanista" ha pasado a convertirse en un sorpresivo adjetivo descalificador por parte de un notorio y creciente sector de la población, mayoritariamente de derecha o desencantada del sistema, que identifica el documento con un sector político específico, y lo desprecia sistemáticamente a pesar de los altos principios que consagra para la convivencia humana y de su inherente y sincera esperanza de mejorar las condiciones de vida de todas las personas sin excepción.

En un escenario más amplio, sociedades no-occidentales cada vez más poderosas y seguras de sí mismas, han tenido la suficiente fuerza como para cuestionar muchos de los artículos. Tanto países de confesión islámica como Irán o Arabia Saudita, como de sociedades comunistas tales como China y Cuba, de estructuras militaristas como Israel y Corea del Norte, incluso de exitosa economía capitalista pero con valores diferentes como Singapur o Malasia, cuestionan a nivel estatal contenidos básicos de la Declaración de D.D.H.H. y disponen una serie de violaciones sistemáticas e institucionalizadas a ésta. Las razones son diversas:

En el caso de los países musulmanes el relativismo cultural es la principal bandera, sobre todo para la condición de diferenciación de derechos entre el hombre y la mujer. Este relativismo es un tema realmente espinoso, puesto que muchas veces nuestra visión occidental y eurocentrista en valores y principios de organización interfiere en un juicio templado del tema. Relacionado a distintos aspectos, tales como ciertas libertades individuales y de expresión, también varios países del Este Asiático acusan diferencias expuestas internacionalmente por sus propias delegaciones.

Por otro lado, en los países comunistas, el sistema de gobierno de la dictadura del proletariado es en escencia incompatible con casi una decena de artículos de la Declaración. Paradójicamente, una parte significativa de los organismos que dicen defender los Derechos Humanos, está conformada por gente adoctrinada en la aspiración a un sistema de gobierno similar como utopía última.

Los países de estructura militarista aducen una realidad inmediata desafiante que impone el uso sistemático de métodos que violan flagrantemente la Declaración. Corea del Norte es un claro ejemplo, con la mayor cantidad de inversión bélica del mundo en relación al porcentaje de su PBI: casi un 40% que se quiere justificar eternamente en no repetir las invasiones sufridas por parte de Japón y posteriormente de los EEUU. Bajo esta premisa, se prefiere la pólvora al arroz y salvo la dirigencia Juche, el resto de la población literalmente vaga presa del hambre por las calles de Pyongyang y otros centros urbanos. Un caso distinto pero igual de cuestionable es el de Israel, bajo la real y constante amenaza de un pueblo al cual desarraigó de sus tierras, situación de la que no me explayaré ahora y que he comentado anteriormente.

El golpe final a los Derechos Humanos lo ha estado dando su mayor defensor y propulsor, al menos en teoría: los Estados Unidos. Si bien en su calidad de superpotencia se ha visto envuelto en diversos conflictos internacionales y situaciones violentas donde la violación de los D.D.H.H. más básicos son una triste consecuencia natural, no ha sido sino hasta la llegada al poder de los miembros de la derecha religiosa con lo peor de los neo-con (que ya es decir mucho) y tomando como pretexto el atentado del 11-9, que se ha procedido a vulnerar como política institucional aprobada, artículos de la misma Constitución norteamericana, en conjunto con los ya mencionados Derechos Humanos. La violación de la intimidad, el trato cruel a los prisioneros y la detención arbitraria dejaron de ser casos excecpcionales del comportamiento del gobierno norteamericano, para pasar a ser una práctica legalizada dentro del que alguna vez fue "el Bastión de la Libertad". La dureza del golpe no se debe tanto a la magnitud de las violaciones, que aunque graves no se compara ni remotamente con países como Sudán y Corea del Norte, sino a que los Estados Unidos son el país medular del sistema mundial, la principal potencia militar y además el elemento más fuerte e influyente de la civilización occidental. Siendo de origen también occidental, los Derechos Humanos tambalean cuando desde su mismo núcleo se afinan las cuerdas para su vulneración ya no esporádica sino sistemática. Con unos principios donde Occidente no da el ejemplo, las demás sociedades tampoco se sentirán tentadas a seguirlos.

Por último y por el lado opuesto, los Derechos Humanos son usados a veces como armas de doble filo en casos de una guerra flagrante y abierta por parte de un bando que es el agresor. En México hay una oposición inmensa a la decisión de Felipe Calderón de aumentar la presencia de componentes militares en la lucha contra el narcotráfico, a pesar que ha mejorado los resultados de este conflicto. En Colombia, Álvaro Uribe y su política de combate directo a las FARC ha merecido un rechazo constante y organizado de muchos elementos de izquierda, que quizá no hayan aprendido nada de la humillación que recibió el anterior presidente Pastrana, que apostó por tender la mano, solo para ser engañado con las zonas de semiindependencia de las FARC y además de ser plantado en unas negociaciones con el mencionado grupo narcoguerrillero.

Sobre estos casos quiero especificar algo. Las guerras y conflictos del mundo aún no tienen visos de desaparecer y quizá nunca lo hagan. Las acciones en las guerras plantean per sé acciones de grado violento que darán inevitablemente un saldo de Derechos Humanos vulnerados. La diferencia es si las partes beligerantes tienen como sistema de acción vulnerar la Declaración, o si se dan estas como casos aislados y no como política de acción. Esta diferencia no debe ser tenue, y si algo parece sistemático pues debe ser tomado como tal, más allá de su postura en teoría. La guerra en sí es un escenario donde ambos bandos alientan a sus integrantes a acabar con la vida del enemigo, y hasta que no podamos superar este endémico comportamiento humano, tenemos que analizar este estado de excepción como tal. Como el campo de confrontación de la guerra no se remite a los rifles sino también a las ideas, hay que estar atentos y vigilantes que un grupo beligerante no use los Derechos Humanos como un arma más para que el bando más civilizado baje los brazos y se deje matar.

Estando en peligro los Derechos Humanos, no debemos dejar que naufraguen en el mar de lo impracticable, pues su vigencia y respeto están amenazados por distintos flacos. Así pues:

Salvemos los Derechos Humanos de los países que los usan como pretexto para intervenir en otros, provocando una mayor cantidad de vulneraciones de dichos derechos.

Salvemos los Derechos Humanos de las bandas violentas, que los usan para desarmar a un enemigo más civilizado, mientras que por lo general, los denunciantes son quienes los violan sistemáticamente.

Salvemos los Derechos Humanos de los Humanos de Izquierda, que le dan un uso político y una aplicación sesgada y farisaica, no importándoles dichos derechos cuando no conviene a su causa, y olvidándose de ellos de peor manera una vez se ubican en el poder, lo que contribuye al debilitamiento de la Declaración.

Salvemos los Derechos Humanos de los Humanos de Derecha, para quienes el idealismo es un concepto deplorable, aquellos que por atacar a sus enemigos políticos intentan quemar al rehén que sostienen en vez de salvarlo, aquellos para los que la vida no gira en torno a una existencia digna sino a una burda competencia de escualos por obtener dinero, en la que una Declaración de Derechos tal sobra si no concierne a los derechos de propiedad.

Salvemos los Derechos Humanos de los indiferentes, para quienes un concepto tal no existe hasta que son tocados en lo más cercano.

Y en torno al relativismo cultural, los Derechos Humanos son uno de los últimos legados nobles y positivos del ya desfalleciente apogeo de Occidente. Persuadamos y no obliguemos a las sociedades que piensan distinto para adoptarlos. Usemos la palabra y no el puño, y antes que el misil, el prestigio moral, que es más difícil de construír. Imponer la Declaración por la fuerza conlleva a espirales de violencia que la convierten en un despropósito.

23.9.07

Vandalismo: El Ojo que Llora Fanta


El Ojo que Llora, el controvertido monumento que homenajeaba tanto a civiles no-beligerantes como a terroristas comprobados, ha sido gravemente dañado.

Esta obra de arte, a mi juicio particularmente bella como otras muchas esculturas de Lika Mutal que he tenido la oportunidad de apreciar, no merecía tan terrible destino. Era armoniosa en tanto diseño, pero a la vez ubicada ingenuamente en un espacio público. Quienes concibieron la idea del monumento creyeron que estaban representando el sentir del consenso peruano, pues la idea de una obra de arte en un espacio público es representar el espíritu de sus habitantes.

Se equivocaron.

La idea de este monumento era consagrar el concepto que la guerra contra el terrorismo polpotiano que el país sufrió por más de dos décadas, y que aún continúa, era un episodio de "violencia política" con facciones iguales en responsabilidad en la práctica: el Estado por un lado y por el otro Sendero Luminoso, junto con el MRTA, menos cruel pero igual manchado de sangre. Fuera de los integrantes y amigos de la CVR y activistas políticos de izquierda, esta obra no generaba consenso en ningún grupo más. El Ojo que Llora era una obra hermosa, pero a la vez era un mamarracho político y un monumento al ego de quienes estando muy alejados del palpable sentir nacional, se irrogan la facultad de representarlo, a la vez que una ofensa pública para las decenas de miles de personas asesinadas por el terrorismo.

En un monumento al Holocausto no se puede tener a la vez de un judío o gitano asesinado, algún joven e impetuoso oficial de las SS que haya muerto en el bombardeo de Dresde. Un absurdo que sin embargo no se vio como tal para los autores intelectuales del Ojo que Llora, quienes, espero equivocarme, realmente parecieran haber vivido la guerra del lado enemigo. Un monumento público puede homenajear a alguien que, más allá del marco ideológico, represente un valor o virtud de la comunidad. No se puede usar la misma lógica con el miembro de un grupo que aspiraba convertir al Perú en un clon de Camboya, que la usada con Grau y Bolognesi. Y es arrogante y ciego pretender que nadie esté en desacuerdo con semejante metida de pata, calificando a la inmensa mayoría discrepante como fachosa, o en el más compasivo de los casos, engañada.

El Ojo que Llora debió ser retirado a un espacio vigilado o en el peor de los casos, ser desmontado, antes de sufrir la desacración sufrida a manos, presumo yo por el color usado, de enardecidos y vandálicos fujimoristas, aunque tarde o temprano la derecha, el Apra, o simples descontentos con lo que intenta representar este atacado monumento, habrían podido hacer algo parecido. Era la tentación también de no pocos aspirantes a particulares intervenciones artísticas en espacios públicos, armados de mazos y combas, aunque dudo que haya sido un Pollock el autor de esta "desinstalación".

Otras opiniones:
¿Llorando de Ira? en Menoscanas
Actualización del Útero de Marita
Dañan el Ojo que Llora en Desde el Tercer Piso
Violencia fujimorista cobra Primera Víctima en Real Politik

21.9.07

La Segunda Venida de Fujimori

¿Estamos preparados?

Lo digo porque a pesar que me incluyo en el grupo de quienes creen que Alberto Fujimori merece ir a la cárcel por una serie de delitos, no me considero dentro de la facción que considera este evento como la cacería de un nazi exiliado. Fujimori debe responder por una serie de delitos concretos y tenemos que remitirnos a las pruebas que se presenten, más allá de lo autoritario que fue su gobierno o de lo hipócrita y cínico que resulta ser este personaje, aunque eso sea una característica que comparta con tres cuartas partes de los políticos y que se nos haga más insoportable por esa sonrisa ladeada que tuvimos que soportar diez años.

Fujimori debe ir a la cárcel, pero no con la justicia de la turba. Debe ir preso por casos concretos como los 15 millones de Vladi, la CTS más cara del mundo o por la interceptación telefónica. Imputarle la responsabilidad penal última de La Cantuta y Barrios Altos puede jugar en contra. Si pueden librarse unos segundos de años de "últimas verdades" estilo Aprodeh, quizá me entiendan un poco más.

Fujimori debe ir preso de tal manera que no se convierta en un prisionero político juzgado más con la entendible pero irracional pasión de la venganza, sino que se convierta en un reo común, tras las rejas después de un proceso impoluto. Quiero creer que por una vez en la historia de la nación podamos aprovechar esta magnífica oportunidad para poner las cosas en su verdadera dimensión, poner en verdadero juicio a un ex-presidente del país y dar el ejemplo de no caer en los extremos donde oscila tristemente el pensamiento peruano clásico, la facilidad del pulgar del César que sólo conoce arriba o abajo, binario, simple y primitivo.

El Poder Judicial de Chile nos ha dado un ejemplo de ecuanimidad e independencia con este fallo. ¿Nuestro Poder Judicial podrá hacer un esfuerzo y prescindir de presiones políticas para escribir uno de los pocos buenos capítulos de nuestro país, que nos hacen falta? Así lo espero, por ingenuo que suene.

Para conocer interesantes visiones del caso:
Útero de Marita de Ocram
Pueblo Vruto del Ratón Guille
Desde el Tercer Piso de J.A.Godoy
El blog del Morsa
Fantomas

12.9.07

¡Feliz Año 2000 Etíope!

Este 11 de Setiembre llegó el año Nuevo 2000 a Etiopía y sus computadoras no colapsaron por el famoso bug que parchó la economía de miles de ingenieros informáticos años atrás, tampoco aterrizó un ovni en Addis Abeba del cual habría de descender Jesucristo. No les cayó encima el asteroide Hercóbulus y menos encontraron un monolito negro de lovecraftianos orígenes. Lo único seguro en un Año Nuevo es fiesta pura, y en un nuevo milenio, su debido multiplicador con tres ceros.

El cristianismo copto, una de las ramas del cristianismo extraoccidental que sobrevivió la exitosa expansión del Islam en el s. VII d.c. Su calendario, alejado del juliano y más aún del gregoriano del cual lleva una diferencia de siete años, se ha conservado vivo en una de las naciones de cristianismo con mayor abolengo, Etiopía. Cuando Irlanda aún tenía rituales druídicos, en Alemania y Noruega aún hacían sacrificios a Odín y Polonia estaba sumida en viejos espiritismos eslavos, el cristianismo ya había echado raíces en la tierra de la Reina de Saba, un imperio antiguo cuya fundación legendaria se remonta casi un milenio antes de Cristo, y con una influencia ya registrada por los no muy escasos romanos que llegaban a comerciar con ellos en la época de Tiberio y posteriores.

Etiopía es una nación con una identidad única en el mundo. Antes de la guerra ruso-japonesa de 1904, le demostró a los occidentales que una nación de otra cultura podía derrotarlos en una guerra abierta, cuando vencieron humillantemente a Italia en la primera guerra ítalo abisinia de 1896. El Emperador Menelik II dirigió un ejército construído con las tropas fieles a todos los nobles de Etiopía y en la batalla de Adua acabaron con las fuerzas italianas y sus reclutas de Eritrea. Una nación africana derrotaba a una europea en una guerra convencional, manteniendo una independencia ininterrumpida desde mas de dos milenios, y que sufrió un breve hipo entre 1934 y 1941, cuando el cobarde de Mussolini al no poder con el ejército etíope, los arrasó usando el gas mostaza y otras armas químicas vedadas ya en la Primera Guerra Mundial.

Ubicados en el Cuerno de África, una de las regiones más pobres del planeta, son vecinos de Eritrea, que se independizó en lo 90s dejándolos sin salida al mar, y de un país que ya no existe, Somalia, tierra de nadie, donde los grandes señores de la guerra que ejercían cierto dominio han sido asesinados por una multitud de más numerosos y más insignificantes pequeños señores de la guerra. Etiopía tiene una familia lingüística propia y un alfabeto propio: el amhárico.

Después de Egipto, Etiopía es mi nación africana favorita. Les ha pasado de todo, pero aún así han conservado su civilización y sus peculiaridades. Incluso su cultura inspiró esa curiosa religión que es el rastafarismo, cuya única y más poderosa ventaja en su proselitismo es el alegre consumo de marihuana mientras te zarandeas al ritmo de Peter Tosh o Bob Marley & the Wailers. Si quieren adorar a Hailie Sellasie como un profeta de Jah, allá ustedes, pero recuerden que Etiopía es mucho más que eso. ¡Feliz nuevo milenio Etiopía!

11.9.07

Bajo la sombra de dos torres que siguen cayendo

La última noche de mil novecientos noventa y nueve la plaza de Armas del Cuzco estaba llena de carne, sangre y piel humana moviéndose en alegre frenesí. El último minuto de la centuria que vio a una raza de homínidos dominar el átomo y poner pie en la Luna, era saboreado en todas las esquinas posibles por una multirracial multitud, dando alaridos y danzando caóticamente sobre la vieja capital de un imperio extinto. El último segundo del último año marcado por el novecientos, estallaba en distintas coordenadas de la masa, a distintos tiempos, esparciéndose entrópicamente en la multitud. Abrazos. Feliz dos mil carajo. Banzai, banzai. Nuevo siglo, gloria al ser humano por una nueva oportunidad de esperanza. Esperanza. Una cantidad asombrosa de dicha palabra se respiraba en el ambiente! ¡Qué época tan corta! Los mejores deseos de un futuro brillante y más sano para las naciones son frágiles, inestables, son susceptibles de perderse con negros nubarrones, la constante climática de la historia humana.

La noche del once de Septiembre del dos mil uno, como en casi todas las cenas del mundo, un único tema dominó nuestra sobremesa. Los peruanos teníamos más muertos en la guerra contra el terrorismo, los ex-yugoslavos, los ruandeses y los iraquíes tenían sangrías aún más atroces en respectivas guerras y genocidios. Pero algo distinguía este terrible acontecimiento: lo simbólico. Era un ataque a la capital del mundo, en el país más poderoso del mundo. Tres mil inocentes murieron en nombre de los pecados de otras personas. Las torres del centro mundial del comercio cayeron frente a los ojos de las naciones. Diecinueve personas armadas con cubiertos y cortaplumas crearon el caos en un país armado con misiles nucleares y tanques de rayos microonda, de satélites espía y aviones invisibles. A su vez, crearon caos en el mundo. Desencadenaron un efecto dominó, donde cada ficha caída manaba sangre. Convirtió un país que se enorgullecía de sus libertades ciudadanas fundacionales en un estado policíaco y más sombrío que nunca. Luego convertiría toda una región en un lugar más sangriento y a los países ricos en presas fáciles de la paranoia.

La primera noche del primer día del año dos mil, corrí por las calles del barrio de San Blas por el puro gusto de hacerlo. Las piedras del viejo imperio, que sostenían sobre sus viejos hombros edificaciones coloniales, me miraron seguramente llenas de compasión o quizá lástima. Ingenuo, eres muy joven, vive unos cientos de años para que puedas correr con mejores razones. Es probable que rieran con cierta tristeza. Yo reía con ignorancia, ebrio por la felicidad que reinaba en mi vida y por creer que sobrevivir a un siglo de mutua amenaza atómica era la peor de las pruebas que había pasado la humanidad.

Esta noche, a seis años del atentado en New York, viene a mi mente una suerte de incompleta foto panorámica del mundo y de sus expectativas. Ciertamente el aire cambió. La esperanza adoptó metas más modestas. A seis años veo quienes ganaron y quienes perdieron. Ganaron los fundamentalistas islámicos contra los musulmanes moderados. Ganaron los halcones belicistas de la élite gubernamental norteamericana sobre todas las demás facciones. Ganó Osama. Ganó Halliburton. Ganó Leo Strauss. Ganó el ayatollah Khomeini. Ganó Ariel Sharon. Ganó quien dice que el problema no es tan complicado de resolver si eres lo suficientemente fuerte para matar a quien crees que lo origina. Ganó quien no debía, que es lo de siempre, pero en un período desmoralizantemente breve y con una brutal contundencia, como pocas veces.

Este no es el mundo que muchos veíamos a finales del siglo pasado. El once de setiembre el siglo veintiuno fue bautizado con agua impía. Y en medio de las aturdidoras luces de nuestra asombrosa tecnología y bienestar al alcance del que puede, dos sombras terribles aún no acaban de cernirse por completo en nuestro horizonte cercano.

7.9.07

La PUCP y las sombras

En relación al grave accidente en la Facultad de Artes, donde un trabajador y dos estudiantes resultaron malheridos por el derrumbe de uno de los frágiles techos de sus instalaciones, he leído un post contundente de Silvio Rendón, en el Gran Combo Club.

Siguiendo una mala costumbre de desviar la vista de los problemas, las autoridades de la PUCP quieren evadir su responsabilidad de dicho accidente, atribuyéndolo a una imprevisión del pobre obrero que trabajada en el frágil techo de calamina. Como he comentado en el post de Rendón, soy un ex-alumno de la PUCP, a la cual le guardo mucho cariño, pero también muchas dudas sobre como se toman una serie de decisiones. Del 95 al 2001, año en que egresé, las pensiones se elevaron de manera astronómica y se recortaron casi todas las categorías de pago, pasando de 11 a 5 escalas. Yo acabé pagando en el 2001 100% más de lo que pagaba en 1995, y eso que me bajaron de escala de pago. Sin embargo los sueldos de los profesores eran bajísimos en la mayoría de los casos, y facultades enteras como Administración o Artes carecían de un lugar decente que los cobijara. Hablando exactamente de la Facultad de Artes, esta posee un encanto bucólico y pueblerino, pero solo como fruto extraño de la precariedad de sus instalaciones.

Espero que haya más transparencia y entereza en el manejo de mi alma mater, para no darle más combustible a los ciprianistas que intentan copar los puestos clave y voltear la torta, que por "descaviarizarla" aspiran a convertirla en otra Universidad de Piura, donde las chicas no pueden comer chupetes Chapulín ni usar una serie de prendas, solo como punta anecdótica del iceberg.

(el logo es de las catacumbescas épocas en Psirrosis: Premeditación-Alevosía-Ventaja)

6.9.07

Hate something, change something

Aquí una pequeña canción para todos aquellos que han sentido odio alguna vez, la encontré en el Primer Ratón en la Luna:



Hate something
Change something
Hate something change something
Make something better ...

Una pequeña obra maestra de la publicidad por parte de Honda, si me lo preguntan. Más allá de vender motores, es además la reflexión sobre el valor de odiar, de la fuerza que se obtiene al detestar algo, de los megavatios de energía que producen los ríos de furia, si se usa la maquinaria adecuada. Las ganas de cambiar algo se obtienen no solo por el deseo, sino en contraposición a un estado anterior no deseado. Cuando ese no-deseo se transforma en un sentimiento más intenso, cuando el estado previo es intolerable y detestado con fuerza, están dadas todas las posibilidades para una reacción de igual intensidad pero en sentido opuesto, como un resorte.

Aquellos hartos del frío encontraron la forma de generar fuego, y sin darse cuenta encendieron la chispa del largo camino del hombre a través de la acumulación de conocimientos y la complejización de su organización social. Quienes se cansaron de caminar grandes distancias y querían ir más rápido, inventaron la rueda o en todo caso, encontraron el uso más práctico de esta. Desde un ejemplo individual y vano, podemos contemplar al obeso que se cansa de ser una voluminosa masa de lípidos, y por odiar ese estado pero a la vez por quererse a sí mismo, encuentra fuerza suficiente para convertirse en una persona saludable. O yéndonos a estructuras gigantes, vemos el motor que empuja la sociedad moderna: el detestar un estado de carestía, lo que conlleva a una carrera por la acumulación de la riqueza.

Pero el simple odio no lleva al salto del cambio. Hay que odiar bien o el salto nos llevará a otro charco. Odiar y matar solo generará otra situación odiosa. Odiar sin medida conduce a estallar hacia todos lados y hacia ninguno en específico, como una estrella que se tranforma en supernova. Como todas las fuerzas del universo, todo viene en pares, en opuestos complementarios necesitados de un equilibrio uno del otro. Atracción y repulsión son los dos vectores más sencillos de la existencia y que conforman todo. Querer y odiar también.

Odiar bien. Amar bien. No nos privemos de ambas cosas.

Can hate be good?
Can hate be great?
Can hate be good?
Can hate be great?
Can hate be something we don’t hate?

4.9.07

Manifiesto antibélico en ATARI

Acabo de ver "El Buen Pastor" (The Good Sheperd) dirgida por Robert de Niro, con Matt Damon y Angelina Jolie, sobre el origen de la CIA y sobre como pocas personas juegan al ajedrez con decenas de gobiernos y millones de vidas mientras se destrozan los núcleos más básicos de la sociedad. Y me acordé de esto:



Gracias a Xtian de Iotopia, accedí a la obra del interesante Ken Ishii. Les recomiendo altamente este manifiesto antibelicista protagonizado por Space Invaders con tantos sueños y ganas de vivir como tu.

2.9.07

Street Fighter del Chavo del 8

El Blog Day sirve. No solo para conocer a Pedro, Carlos y Mariela de Ignorancias.com, de ver el uso de cerveza intravenosa a José "Chiqui" Vilca de La Nuez, mientras atacaba la Alemania que defendía el valenciano Gustavo de DesdeGus, e ilustrarme sobre los transgénicos con Manuel, alias Kinua alias Cayllomón, compartir unos sánguches con El Morsa, Javier Prado, Polietileno y Roberto Cuba, volverme a encontrar con Ocram o Wertheman a quienes luego ya no pude ubicar para sus chelas de rigor, o para que Carmendelly alias Bravazo y la entrevistadora Maricarmen (cuyo sticker identificatorio jamás olvidaré) me dejaran medio hipnotizado, ni solo para ver al Fantasma del Espacio y Susana Villarán en el mismo evento.

El Blog Day sirve también para encontrar rarezas como Street Chaves, el Street Fighter con personajes del Chavo del 8 ubicado en el blog de Juegos del dominio Ranito, administrado por Pedro. Está en portugués y tiene las canciones de la versión brasilera del Chavo, pero igual vale la pena para jugar con Don Ramón y sacarle la mugre a la vieja chancluda. Se puede jugar con todos los personajes de la serie, incluídos Paty, Godínez ¡y el Sr. Hurtado! No se pierdan los poderes vampíricos de la Bruja del 71.

Se descarga aquí, directo del site de Ranito. Una verdadera revelación. Mi único pedido es para algún programador aficionado, que adapte este chavísimo juego al español original. Una torta de jamón a quien lo haga.