27.5.07

RCTV, Chávez, Norcorea y Juche

La toma de la señal de RCTV será en pocos instantes.


Hugo Chávez Frías, Emir de Venezuela, ha dado otro claro paso adentrando a su país hacia el totalitarismo donde siempre puso rumbo. Para aquellos ilusos o ciegos que creen poder defender los valores democráticos y a la vez al régimen chavista, esta es la última señal antes de cruzar el límite que separa la necedad del ridículo y la caricatura intelectual. Me refiero abiertamente al especímen del izquierdista tuerto, con un ojo preocupado y consternado por la más mínima amenaza a las libertades y derechos en los regímenes de derechas y con el otro ojo cubierto por una espesa catarata de pulgada y media ante los obvios abusos de quienes enarbolan las banderas de la izquierda: Chávez y Castro.

Castro aunque sea tiene el carisma de un héroe caído en desgracia, un antiguo paladín consumido y enfermo por la exposición de décadas al poder absoluto. Chávez no es siquiera eso, aún cuando aprovecha siempre que puede, la efectista posición antiimperialista. Enfrentarse a los EEUU siempre trae las simpatías entre quienes saben algo de la abusiva relación entre el Tío Sam y su patio trasero. Pero una cosa es ser un antagonista moderado, que sabe dialogar y ver los grandes puntos postivos de la única superpotencia, como Lula en Brasil, y otra es convertirse en un loro desaforado y panfletario como Chávez.

La libertad de prensa, si bien tiene muchos cuestionamientos, es la única manera de poner algo de contrapeso a los poderes de las personas que suelen tomar las riendas. No se ha encontrado la manera de restringir las libertades de prensa sin afectar aún más gravemente el delicado equilbrio entre el uso y el abuso del poder. Es en este frágil punto donde muchos de los regímenes con tendencia autoritaria suelen comenzar a roer y horadar el hueco que conduce a la dimensión dictatorial de gobierno, el mundo del poder absoluto.

Chávez, a diferencia de Castro, no desarrolló una megalomanía en el transcurso de su gobierno, sino que llegó trastornado por ésta desde el comienzo. Por ello me atrevo a pronosticar un camino distinto para donde devendrá todo esto. Chávez está caminando los pasos que conducen al Juche, la ideología norcoreana fundada por el Absoluto Déspota Oriental, Kim Il Song, y seguida por su sucesor dinástico Kim Jong Il. La autosuficiencia del Estado, el gobierno vitalicio, el culto a la personalidad, el lavado de cerebro por una causa colectiva, lenguaje orwelliano, entre otras cosas.

Pueden ver las últimas consecuencias de esto a través de unos videos posteados por Guille Da Maus, quien aunque es un derechista tuerto, al igual que los izquierdistas tuertos muchas veces consigue buen material:




Pueden darle también un vistazo a la Pyongyang cotidiana ...


Muchos creen que Venezuela no está al borde de esto. Yo tampoco lo creo, no literalmente. Pero camina hacia ese rumbo. El régimen "bolivariano" (¡tío Simón, te han asociado al vocabulario de alguien que no merece ser ni tu sombra!) solo es posible por el dinero del petróleo, que se eleva indefinidamente mientras va agotando sus reservas mundiales. Venezuela no es un éxito económico, no es un éxito social y tampoco plantea una novedad en política. Es la misma película de siempre, una reimaginación en el siglo XXI de las viejas dictaduras bananeras exportadoras de materia prima, que asolaron Latinoamérica la primera mitad del s. XX.

2 comentarios:

Fujur dijo...

No he conocido ni a Atila, ni a Anibal, ni a Alarico ni a Genserico pero creo que la figura de este personaje no es la de una azote de un Imperio. Quizás sea más bien el muñeco bufón de nuestro mundo, ese déspota que, a lo nabónido, pasa a la historia por lo infame y no por lo original o inmaculado.

Anónimo dijo...

Creo sinceramente que usted está profundamente confundido. No le responderé aquí, sino que le emplazo a que lea un informe que he elaborado donde los datos y los argumentos son tan claros y meridianos que no admiten mucha discusión. O quizás así. Agradecería cualquier aclaración en caso afirmativo.

Pulse en mi nombre.

Saludos.