2.8.07

Discriminación discotequera en "La Sede"

Nunca existirá cosa tal como un mal momento para denunciar la discriminación racial en el país. Si los cínicos de inercia moral, aquellos que nunca hacen nada pero critican cualquier iniciativa, creen que hay otros problemas importantes de qué ocuparse, allá con su pantanoso y estancado rollo. En este país la discriminación racial es uno de los problemas más fuertes y hay que atacarlo con lo que se tenga a la mano en la realidad más inmediata y cotidiana, en el vecindario mental y social, en cualquier lugar donde se suelan mover las aletas.

En la discoteca "La Sede" han discriminado a una persona por sus razgos raciales. Resulta que esta persona es periodista y ha podido usar la voz en alto para denunciar abiertamente el hecho. El atropello contra Marco Avilés es solo una muestra millonésima de lo que pasa en nuestro país, del día a día del subsistente e hipócrita desprecio racial de nuestros compatriotas, con palabras idealistas en público y con un discurso que avala el racismo en privado. Lo peor es que creen que el racismo no solo es normal, sino que es pétreo e inmodificable, que está grabado en piedra y que luchar contra él no solo es vano sino "huachafo" porque "hermanito, todos somos racistas pes, no seas posero".

Una discoteca que discrimina es una discoteca que no merece ser visitada PORQUE SU VISIÓN DE UN LUGAR EN ONDA ES LA EXCLUSION RACIAL. Y anticipándome sin muchos dotes de adivino ¡por favor! que no vengan los acomplejados a decir que eso pasa en todas las discotecas del mundo. Que pasa en New York, que pasa en Londres, que pasa en Tokyo y en París. Que existan antros racistas en otros países no significa que tengamos que esperar a que todos desaparezcan para luchar contra los que tenemos aquí. Lo peor del tercermundismo no es la pobreza sino el colonialismo mental de iniciativas.

Aquí lo acontecido por pluma del propio Marco Avilés:
"El local se llama La Sede, queda en el lindo distrito de Miraflores, donde lindamente vivo, y allí acude la people más linda de esta linda ciudad; y ya que soy un lindo periodista de una de las revistas más lindas de este lindo país, el sábado último, 28 de julio, aniversario patrio, yo iba en pos de una linda cerveza para celebrar el inminente fin de la linda Feria del Libro de Lima, ensimismado en la lindura de una chica a la que esperaba encontrar allí, en La Sede, y quien me había prometido una linda noche de conquista; así que estacioné el auto enfrente, me acomodé el saco, revisé mi solvencia económica, compré los cigarrillos de rigor, caminé los once pasos hacia la portería, solo y lindo, y, entonces, al tocar con mis manos la puerta tras de la cual fluía la música linda, el lindo bodoque que custodiaba el digno local me soltó el mismo cuento del cual, como periodista hogareño que soy, he tenido noticias lejanas y del que me he enterado a través de los diarios y a veces por los testimonios de feos amigos noctámbulos que osan frecuentar los lindos locales de moda:

- Perdón, la fiesta es privada ..."

(...)

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6 comentarios:

El Chato Heston dijo...

Hola, muy de acuerdo con tu post... solo quería precisarte algo. Vivo en USA, y acá, si bien es cierto que las discotecas tienen dress codes, se reservan el derecho de admisión, etc., no son racistas. Ni siquiera studio54 lo fue... ¿por qué? Pues porque la ley lo prohíbe. Para que esto se entienda, es preciso despojarte del prejuicio que solo los blancos pueden ser atractivos, bien vistos, a la moda, etc. Eso es lo que no hay en Perú. Acá es impensable que una discoteca, por ejemplo, no deje entrar a negros, asiáticos, etc.

Fabber dijo...

Tienes razón por un lado, porque en el Perú el racismo va mucho por el lado de quien va a la moda. En EEUU no es así, pero también existe racismo en cuanto a grupos que son admitidos y grupos que son segregados, más que por lo fashion, por la tendencia anglosajona de separación racial. Sería una excelente noticia confirmar lo que me dices, que la entrada en las discos de EEUU dependen exclusivamente del "dress code" y no de la raza, pero si bien no vivo en los EEUU, conozco gente que vive allí y me habla lo latente del racismo, por lo que dudo que las discos sean "islas" de tolerancia, cuando suelen ser todo lo contrario en ciertas ocasiones.

Gracias por la visita.

El Chato Heston dijo...

Aclaro: Acá en USA hay un racismo que opera de manera distinta. Detrás de la correción política, que los obliga a sonreir falsamente a diestra y siniestra, hay incluso a veces un odio racial que no he visto en Perú. Y claro, las comunidades blancas, negras o hispanas tienden a hacer sus propios lugares de diversión. Pero me reafirmo en lo dicho: que tu veas acá que hay una discoteca que tiene una política de segregación racial clara y tangible, no existe: Sería clausurada en el acto. Osea, tu vas, no te dejan entrar, dejan entrar a un pata tuyo, te das cuenta que hay trasfondo racial, llamas a un abogado y a cobrar. Con respecto a tu última frase, sobre las discos como islas, lo que ocurre es que el racismo no puede ser ejercido tan alegremente, ni en discos ni en playas ni en tiendas.

Ahora no se si quieras seguir con el tema, pero no te parece tambien que al margen de cerrar discotecas o repudiar estrategias comerciales, deberiamos empezar por quitarnos el estupido complejo de inferioridad hacia los blancos? Porque, la verdad de la milanesa, es justamente esa 'apiracion' a ser blancos, rubios, europeos o lo que sea lo que se refleja ahí. Carajo, tomemos conciencia, somos una poblacion mayoritariamente de ancestros indigenas, con mezclas de blancos y negros, no pretendamos ser lo que no somos. Desde el huevo frito que vive soñando con su antepasado europeo -que vaya uno a saber por qué diablos emigró- hasta el cholo que cholea, pasando por el cholo que tiene que repetir a cada rato que es cholo y tiene el valor de aceptarlo. Un chino no anda diciendo 'soy chino', solamente lo es. Un americano no anda diciendo que su abuelo era alemán: le importa un rábano. Saludos.

Sludgeman dijo...

Leo que al final de la historia, el periodista entro diciendo el nombre de un amigo de apellido de alcurnia. Creo que eso muestra que el tema aca es mas que simple racismo, es un tema de exclusion social. Habria que probar mandando a un pata blancon en una pinta media zarrapastrosa.
Creo que aqui, asi como la plata "blanquea", a la inversa, la blancura "adinera" y por tanto, la oscuridad de la piel parece dar a entender la vacuidad de la billetera.
Al final, la solucion es que este prohibido prohibir la entrada a locales publicos, salvo razones objetivas señaladas anticipadamente (estado alcoholico, edad, cierto tipo de ropa).

Anónimo dijo...

El Presidente del Colegio Público de Abogados de Buenos Aires, Jorge Gabriel Rizzo se declaró “nazi” y lo demostró en la última asamblea de delegados. De los que lo avalaron, ya no le queda nadie, salvo unos pocos y algunos acomodados. Tendrían que dar explicaciones sus más allegados y obsecuentes: Santiago Montaña, Eugenio Cozzi, Ricardo Nissen, Daniel Fábregas, Enrique Marega, Laura Calogero, Ricardo Monner Sanz, Luis Marras (h), Julio Decoud (h). Los tres primeros ocupan cargos de importancia en los Consejos de la Magistratura y si tienen las mismas ideas discriminatorias de Jorge Rizzo deberían ser removidos del cargo. Hace tiempo que los que avalaron a Jorge Rizzo se alejaron de él por su autoritarismo, fascismo y ahora nazismo. Los nombrados deben dar explicaciones y/o renunciar a sus cargos ya.
Dra. MÓNICA VIVIANA LANG
evargentina@yahoo.com.ar

Anónimo dijo...

Che Lang deja de boludear a la gente abogaducha que andas fijandote en la paja del ojo ajeno, y sos terrible cagadora, y vivis a costilla de otros. Sacate la careta que la gente no es boluda como pensas. JUAAAAAAAAAAAAAAAAAA.