En una lista de banderas, la Nepal es una de las que más llama la atención, por su diseño exótico, casi extraterrestre comparada con el resto de las naciones. En el plano histórico, más de una persona debe haber escuchado algo de los famosos gurkhas, las fieras tropas de oriundos de dicho país, al servicio tanto de la Unión India como de su majestad la Reina de Inglaterra, que los usó no solo en dos Guerras Mundiales, donde demostraron su fiereza, sino también contra los adolescentes reclutas gauchos en la batalla terrestre de las Malvinas en 1982. Geográficamente me basta mencionar los Himalayas y el Everest para que se hagan una idea de este país incrustado entre los dos gigantes del futuro cercano: China e India.
Nepal ha estado gobernada hasta hace unos años por una monarquía absoluta, cuestionada tanto por la Alianza de Siete Partidos (ASP) que buscan instaurar la democracia, como por un violento movimiento maoísta que puso en jaque varias veces al gobierno (Partido Comunista de Nepal - maoísta, el PCN-M), y que ganó el apoyo de varios sectores rurales, algo predecible sin duda en un país feudal, con las condiciones propicias para el nacimiento de un fenómeno similar al que nos tocó vivir con Sendero Luminoso, diseñado para ganar la guerra popular en una época de grandes latifundios y masas de indígenas viviendo en condiciones semifeudales. Aquí cuando SL comenzó actuar, el panorama con el que fue concebido había cambiado, gracias sobre todo a Velasco Alvarado, cuya reforma agraria pudo haber sido económicamente ruinosa y mal planeada (además había haciendas eficientes y con un trato impecable al trabajador que fueron eliminadas junto con las abusivas), pero tiene el mérito de haber liberado de la opresión gamonal a una parte de la población, y por lo tanto haberle retirado el combustible principal con el que SL planeaba hacerse del poder (al respecto, Santiago Roncagliolo llama a Abimael Guzmán el mejor analista del Perú en los 80s, una prueba que escribir buena prosa no basta para un diagnóstico político certero).
En Nepal, donde el PCN-M forma con el ASP y la monarquía parte de un oscilante triángulo de poder, el abono para un movimiento similar a Sendero Luminoso es mucho más abundante que en nuestro país, ambos cruzados por una gran cadena montañosa. Si bien no tengo información sobre atrocidades similares como las que cometieron los seguidores del "camarada Gonzalo", detalles como los soldados de 12 años que emplea el PCN-M liderado por el "camarada Prachanda" (Prachanda significa fiero en nepalés) y una gran cantidad de no-beligerantes como "daños colaterales" de sus incursiones armadas, lo ubican en la tendencia clásica de la facción que pone trigo y carne en el mismo molino.
El ASP, conformado por partidos como el Congreso Nepalí-Democrático, el Partido Campesino, el Partido Comunista de Nepal Unificado Marxista Leninista y otros más, es una coalición de diversas tendencias que tienen el propósito de derrocar definitivamente a la monarquía e instaurar un sistema democrático en Nepal. Sus métodos de lucha son las manifestaciones callejeras y la búsqueda de herramientas sociales de presión contra el régimen.
Junto con el PCN-M y el ASP, el tercer componente del triángulo de poder es la monarquía misma, cuya principal ventaja es su control sobre el Ejército Real de Nepal, la fuerza armada oficial del país, acusada de represiones violentas sistemáticas sobre manifestantes pacíficos. La monarquía se debilitó poco a poco después de la caída de la URSS en 1991, cuando los EEUU dejaron de hacerse de la vista gorda con los absolutismos y dictaduras que le sirvieron para contener el auge comunista. El golpe de gracia lo sufrió en Marzo del 2001, cuando el príncipe heredero Dipendra resolvió una riña dinástica con la familia real usando los potentes argumentos de dos fusiles automáticos, con los cuales aniquiló al rey Bibendra, la reina Aishwarya, su hermano rival por el trono Nijaran y otros tres ilustres miembros de la nobleza. Tras el crimen, Dipendra intentó cometer suicidio con un tiro en la sien, llevado a cabo con tal mala puntería que solo al tercer día lo abandonó el último aliento. Su sucesor, el rey Gyanendra, se vio acosado por las ruedas del PCN-M, el ASP y el descontento popular, pero su control sobre el ejército permitía mantener su control sobre Nepal. Este cambió el año pasado, cuando el ASP y el PCN-M acordaron hacer a un lado sus diferencias y unir fuerzas para sacar al enemigo común de su sitial dominante en el triángulo de poder. En abril del 2006, las manifestaciones populares conocidas como Jana Andolan, pusieron de rodillas al régimen y obligaron al rey al autoexilio dentro de su propio palacio. Una serie de acuerdos entre el PCN-M y el ASP fueron firmados para acordar elecciones en un plazo próximo, que hasta ahora no se ha llevado a cabo.
A comienzos de Octubre de este año comenzó a pasar lo predecible cuando dos rivales logran al fin acabar con la posición dominante de su enemigo común. El PCN-M abandonó las negociaciones con el ASP porque exigían tanto el desarme de sus milicias (lo que lo convertiría en un partido político más, algo inaceptable para un cualquiera que se precia de ser maoísta con cierta fuerza lograda) así como la aceptación de la monarquía constitucional como parte del nuevo panorama político, cuando el PCN-M luchaba por la abolición de la dinastía. El ASP como es lógico, no quiere eliminar al fiel de la balanza que ahora resulta ser la facción monárquica, pues eliminarla significaría quedarse solos ante un PCN-M que no vacila en apuntar a la cabeza para lograr lo que quiere. El juego del PCN-M es eliminar por completo a la monarquía, para ya no tener dos enemigos de los cuales preocuparse, sino de uno solo.
Durán en mi último post de Turquía me pregunta mi parecer sobre esta situación. Yo opino que para el PCN-M es una situación clásica de lucha por el poder, pero que por nada no ha pasado un siglo de tácticas leninistas parecidas y la ASP (que cuenta también con una facción marxista) se niega a jugar el papel de mencheviques perdedores en este complejo, interesante pero peligroso trípode. Lo más probable es que por la fuerza que ha adquirido el movimiento maoísta tras el debilitamiento militar de la monarquía ya que el Ejército Real está bajo órdenes estrictas de no salir de sus cuarteles, lo conviertan en el nuevo lado dominante del triángulo. La ASP aquí también tiene una ventaja que no tienen los rifles del PCN-M, ya que con la amenaza de un enemigo tan singularmente radical, puede ofrecerle una salida a la monarquía y que ésta acepte garantizar con el Ejército Real, que depende aún del encerrado rey Gyanendra, la construcción de una monarquía constitucional, que a mi parecer sería el destino más sensato para resolver esta crisis, aunque dudo que el PCN-M lo acepte sin acantonarse en una larga lucha guerrillera, favorecida por la difícil geografía de Nepal.
1 comentario:
Ojalá me equivoque, pero no veo que India y China se hagan gigantes y dominantes del Mundo sin recibir alguna represalía por quienes nos gobiernan. Guerras nucleares? Espero que no jejeje!
Lo único que está claro es que países pequeños no pueden sobrevivir sólos sin estar unidos entre ellos, llámese UE, Unión Panamericana....
Bueno, es una opinión, sigues en forma querido amigo!
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