Necesitaba imágenes de apoyo y por este motivo llegó a mi isla de edición Marco Antonio Jamanca, trayendo una máquina reproductora de cintas de 3/4, novedad en los 80s, pero desplazada y caída en el olvido con la llegada del formato Betacam. Viejos casettes aparecieron en unas bolsas, y se internaron en las fauces del reproductor para decodificar la vieja información magnética depositada en sus cintas. En mi monitor aparecieron imágenes originales de hace 30 años , mostrándome una constelación de estrellas del criollismo en sus mejores épocas. De pronto, hubo una interrupción y una serie de líneas blancas corrieron hacia arriba, como subiendo el velo a una capa más antigua. Los cantantes desaparecieron y en su lugar tenía al presidente Belaúnde, mucho más joven y dando un discurso al Congreso. Algo me decía que ese no era un material de su segundo mandato del 80-85, y mis sospechas se confirmaron cuando vi a su lado una serie de personajes vestidos de frac, con medallas y cintos en sus sacos, bigotes añejos y algunos con sombreros de copa en sus manos. Repentinamente el audio de la cinta se hizo entendible y escuchamos un fragmento de un discurso sobre la situacion de la International Petroleum Corporation en el Perú. Confirmado, esto era entre 1963 y 1968.
- ¡De putamadre! ¡Este material es del primer período de Belaúnde y está a colores!
- No te hagas esperanzas - me dijo el señor Jamanca.
Belaúnde y sus ministros desaparecieron tras otra cortina de líneas blancas que en un par de segundos reestablecieron la segunda parte del show criollo de 1978. Me quedé pasmado.
- ¿Qué pasó? Este material de Belaúnde es inédito, jamás lo he visto en ningún documental.
- Este casette es del transfer de uno más antiguo, y encima del transfer se han hecho otros - me explicó con naturalidad Jamanca - y esto no es nada, ni te imaginas la cantidad de cintas que se han perdido o que ya no puedo recuperar. ¡Todos los materiales extraviados!
Marco Antonio Jamanca me explicó su labor. Era la única persona del canal encargada de restaurar las viejas cintas de 2" y 3/4" apiladas por años en lúgares húmedos, en sótanos olvidados, o usadas en pila para sostener muebles carentes de una pata, o, en el caso más terrible, acumuladas por cientos en montones expuestos a la intemperie, sin techo, pasadas por la lluvia, el polvo, el tiempo y la meada de uno que otro perro guardián del patio. Jamanca estaba rescatando una por una cada cinta, limpiándolas con esmero pulgada por pulgada de metraje magnético, y usando también una máquina traída para tal fin.
- ¿Cuántas cintas son?
- Miles.
- ¿Cuántas vas restaurando?
- Creo que voy por las 800.
Ejerciendo su labor en solitario, Jamanca estaba restaurando material de la época de Prado, del primer Belaúnde, de Velasco, de Morales Bermúdez, recuperando una memoria que había sido abandonada a los hongos y la corrosión del descuido, como un Alzheimer audiovisual nacional. Pregunté también por la suerte de Ultra Siete, Nopo y Gonta, el Cajón de Juguetes y Titeretambo. De todos ellos, Jamanca solo sabía darme el paradero de Ultra Siete, exitosamente restaurado y cuyo primer espectador apenas recuperado, fue el mismo presidente del directorio atacado por la nostalgia. Jamanca actualmente sigue con su solitaria campaña para desempolvar la memoria de todos los peruanos, y para conocer más sobre él y su trabajo, lean este post en el blog del Kinua, que hizo que su labor volviera a mi cabeza y se salvara de mi Alzheimer personal.