31.8.08

Mirko Lauer contra el Twitter

El analista político Mirko Lauer hoy aparece con una columna anti-bloguera y presentando al Twitter, la herramienta que es una mezcla de messenger, blog y foro y que uso en el lado derecho de esta página, a sus lectores de "La República" con esta introducción:

"Una página web llamada Twitter ofrece a sus lectores un acopio siempre refrescado de insultos de todas partes, y no está sola (...)"
No se sabe qué puede haber ocasionado esta forma de introducir una forma de comunicación novedosa al lector profano en el tema, pero Ocram, del Útero de Marita, teoriza que puede haber sido por un pequeño comentario mío hace tiempo en el mencionado Twitter:

Retomemos lo de Twitter. ¿Alguien allí se ha referido al poeta y columnista? Una búsqueda en TwitterSearch de “Lauer” en los twitts en español solo arroja una opción posible:

@dmorena mirko lauer solo es interesante porque está cerca de muchas fuentes cercanas al poder. por lo demas, es un columnista menor

Se trata de un twitt de Fabber, más que conocido y agudo bloguero cuya nombre real -Andrés Paredes- jamás ha ocultado ni mucho menos.

Sería una doble decepción que la ya de por sí atropellada y ligera apreciación de Lauer sobre el Twitter en esencia como caldo de insultos, se deba como reacción a este comentario que no tiene nada de insultante y que simplemente es un juicio de valor. Pero cualquier cosa que haya sido lo que motivara sus comentarios de hoy, cabe aclarar que:

1. El Twitter es una nueva herramienta de comunicación sumamente útil y valiosa y donde en mi experiencia personal el insulto o la difamación campean menos que en una conversación privada o en ciertas columnas de opinión.

2. Como comenté en el blog de Ocram, no me siento para nada en el callejón oscuro de la blogósfera que menciona Lauer y creo que los blogs más leídos o con más prestigio, para decepción de los nostálgicos del antiguo monopolio de la información masiva, no son precisamente los que se dedican a difamar o a ocultarse desde el anonimato, sino exactamente los que hacen lo contrario.

4 comentarios:

Carlos dijo...

Andres,

Estas calificando a priori de "anti-bloguero" algo que también puede ser leído como una crítica especifica a determinadas características de la blogsfera o los medios digitales en general.

La reacción me parece excesiva.

Me gustaría saber si estas de acuerdo en que, así como el twitter, los blogs y las TICs en general pueden ser herramientas muy útiles y valiosas, tienen también ciertas características que les permiten ser utilizadas impunemente en el sentido que denuncia Lauer.

Decir "que ofrece un acopio" es muy diferente a decir "es en esencia". Aunque furibunda, algo de verdad se puede leer en la columna de Lauer. Slds,

Fabber dijo...

Hola Carlos, ciertamente no niego muchas características de los blogs, pero ello no convierte a la blogósfera en ese hervidero de insultos que menciona Lauer, y menos como una característica introductoria del Twitter, algo sobre lo que debió indagar un poco más el columnista y que en estos tiempos solo cuesta 5 minutos en Google.

La columna me parece antibloguera porque exalta las características negativas y no menciona los beneficios, como si yo mencionara la libertad de prensa únicamente como una patente de corso para hacer pública información no totalmente certera sin hablar de los beneficios para la sociedad de tal libertad. Eso gana puntos para el prefijo "anti". Saludos.

Carlos dijo...

¿Entonces el problema con la columna de Lauer sería de presentación y no de fondo?

Sería como decir, "OK, lo que dice Lauer es cierto, pero la blogosfera es más que eso".

En todo caso, su columna está tan sesgada como las de aquellos que solo exaltan el potencial positivo sin mencionar lo negativo. Aunque es obvio que hay parcialización en la reacción general a la columna de Lauer, solo espero se este conciente de ello y se reconozca.

Gastón dijo...

No sé cómo tomarás esto, man, pero alguien que suscribe como el congresista Gustavo Espinoza te cita en sus escritos conn los que bombardea las redacciones. Sobre el tema, claro.