Por diversas razones personales me he limitado a leer por muchos días sobre los tristes acontecimientos en Bagua, las protestas amazónicas, así como las abundantes pero necesarias opiniones sobre el tema, tanto en la prensa y los blogs. Pero de las nebulosas noticias y tormentosas posiciones, un granizo mental se solidifica en mi cabeza y debo dejarlo caer a tierra.
1. La Amazonía es una colonia del Perú. La república peruana se ha comportado históricamente con sus territorios amazónicos como una potencia colonial europea del s.XIX, y esto ahora se nota en su naturaleza desnuda. Los territorios amazónicos son lotizados como trozos de pastel con la densidad demográfica de la Antártida. Sus habitantes otra vez son considerados estorbos nativos de la misma naturaleza que el mosquito del paludismo, ajenos a la ciudadanía de primera clase, enemigos del progreso dictado por la metrópoli y que para muchos deben ser conducidos hacia la vida occidental como una "carga del hombre blanco" peruano.
2. Primer contacto. En los Andes se sintió todo el peso de Occidente desde el s.XVI con los conquistadores españoles, pero en la inmensa parte de la Amazonía peruana solo desde el s. XX, y más que nada debido al boom del caucho de comienzos del siglo pasado. El recuerdo de ese cruel episodio no está a siglos de distancia. Lo vemos ahora.
3. Los indígenas selváticos no son una fuerza de la naturaleza ni un ente colectivo inimputable. Son ciudadanos peruanos, con derechos, pero también con responsabilidades. Si bien muchas de las circunstancias a las que se llegó para la matanza se deben tanto a la ineptitud de García y su gabinete, o a la intolerancia y radicalismo de Pizango y otros dirigentes de AIDESEP. Son ciudadanos peruanos los que han masacrado a decenas de policías rendidos. Es una prioridad la identificación, persecución y severo encarcelamiento a los autores materiales de estos crímenes.
4. Desinformación y wishful thinking. Como murieron 28 policías, algunos asumen automáticamente que los manifestantes muertos deben ser muchos más. Existe un deseo oculto y en ocasiones siniestro (sin hablar del interés de ciertos burócratas no gubernamentales en busca de plancton) por encontrar y confirmar una cantidad de víctimas en los manifestantes superior a la de los policías muertos. A pesar de la llegada de numerosos reporteros, las pesquisas de la Defensoría del Pueblo y la vigilante presencia de varios organismos de derechos humanos en la zona, ese número parece oscilar provisionalmente entre 9 y 15. La desinformación de ambas partes no ayuda a esclarecerlo, así que todavía hay que esperar a que la niebla de guerra se despeje y tener una cifra más exacta sin especulaciones maximalistas. Entre tanto, los 28 policías ejecutados después de rendirse no deben convertirse en muertos de segunda clase en la agenda de muchas organizaciones y opinólogos.
5. Las palabras que significan todo o nada. Tenemos a la vista las consecuencias del llamado a la insurgencia de Pizango. Tambien a la vista la prostitución de la palabra "genocidio", cuyo abuso uno espera del típico panfletario de izquierda, pero no del presidente de la República (¿o sí?), quien habla de "genocidio de policías" (ver una entrada de J.A. Godoy al respecto). Esto es la punta del iceberg de los procesos mentales y conceptos manejados por el actual Presidente.
6. La era de apostar por ignorar las protestas y movimientos sociales ha terminado. El gobierno aprista escogió la estrategia del avestruz, confiando en el colapso del levantamiento amazónico por su propio peso. No solo es una muestra de insensibilidad y arrogancia, sino de estupidez. Desoír grandes manifestaciones, inicialmente pacíficas, de reclamos e inquietudes de la población además de supurar mala gobernanza, revela falta de estrategia en esta época de vecinos obedientes al "eje bolivariano" de Chávez y sus peligrosos juegos de intervención internacional. Porque tampoco se debe restar atención a los actores externos solo porque nos ciegue que ello sea parte de los argumentos gubernamentales. Que la desaprobación a las acciones de García no nos haga descartar el pensar bien todas las posibilidades.
7. ¿La voz de la derecha? Andrés Bedoya Ugarteche, conocido apologista de la supremacía racial y de quien ya hablé alguna vez para responder a cierto lector complaciente de esta bacteria, debería ir a la cárcel por pedir pública y abiertamente en un medio de comunicación masivo el uso de napalm contra los nativos. Pero seguro se quedará escribiendo sus desvaríos seniles y racistas desde Correo, amparado por su director, Aldo Mariátegui que comparte la misma visión de túnel respecto a la solución de los problemas en la Amazonía. "Alditus" evidencia ser un fan de la película "Zulu" donde los camisas rojas ingleses acaban con hordas de guerreros neolíticos armados de lanzas. Tenemos un director de periódico que se la juega por el viejo método de progreso occidental: matar a los nativos y colonizar.
1. La Amazonía es una colonia del Perú. La república peruana se ha comportado históricamente con sus territorios amazónicos como una potencia colonial europea del s.XIX, y esto ahora se nota en su naturaleza desnuda. Los territorios amazónicos son lotizados como trozos de pastel con la densidad demográfica de la Antártida. Sus habitantes otra vez son considerados estorbos nativos de la misma naturaleza que el mosquito del paludismo, ajenos a la ciudadanía de primera clase, enemigos del progreso dictado por la metrópoli y que para muchos deben ser conducidos hacia la vida occidental como una "carga del hombre blanco" peruano.
2. Primer contacto. En los Andes se sintió todo el peso de Occidente desde el s.XVI con los conquistadores españoles, pero en la inmensa parte de la Amazonía peruana solo desde el s. XX, y más que nada debido al boom del caucho de comienzos del siglo pasado. El recuerdo de ese cruel episodio no está a siglos de distancia. Lo vemos ahora.
3. Los indígenas selváticos no son una fuerza de la naturaleza ni un ente colectivo inimputable. Son ciudadanos peruanos, con derechos, pero también con responsabilidades. Si bien muchas de las circunstancias a las que se llegó para la matanza se deben tanto a la ineptitud de García y su gabinete, o a la intolerancia y radicalismo de Pizango y otros dirigentes de AIDESEP. Son ciudadanos peruanos los que han masacrado a decenas de policías rendidos. Es una prioridad la identificación, persecución y severo encarcelamiento a los autores materiales de estos crímenes.
4. Desinformación y wishful thinking. Como murieron 28 policías, algunos asumen automáticamente que los manifestantes muertos deben ser muchos más. Existe un deseo oculto y en ocasiones siniestro (sin hablar del interés de ciertos burócratas no gubernamentales en busca de plancton) por encontrar y confirmar una cantidad de víctimas en los manifestantes superior a la de los policías muertos. A pesar de la llegada de numerosos reporteros, las pesquisas de la Defensoría del Pueblo y la vigilante presencia de varios organismos de derechos humanos en la zona, ese número parece oscilar provisionalmente entre 9 y 15. La desinformación de ambas partes no ayuda a esclarecerlo, así que todavía hay que esperar a que la niebla de guerra se despeje y tener una cifra más exacta sin especulaciones maximalistas. Entre tanto, los 28 policías ejecutados después de rendirse no deben convertirse en muertos de segunda clase en la agenda de muchas organizaciones y opinólogos.
5. Las palabras que significan todo o nada. Tenemos a la vista las consecuencias del llamado a la insurgencia de Pizango. Tambien a la vista la prostitución de la palabra "genocidio", cuyo abuso uno espera del típico panfletario de izquierda, pero no del presidente de la República (¿o sí?), quien habla de "genocidio de policías" (ver una entrada de J.A. Godoy al respecto). Esto es la punta del iceberg de los procesos mentales y conceptos manejados por el actual Presidente.
6. La era de apostar por ignorar las protestas y movimientos sociales ha terminado. El gobierno aprista escogió la estrategia del avestruz, confiando en el colapso del levantamiento amazónico por su propio peso. No solo es una muestra de insensibilidad y arrogancia, sino de estupidez. Desoír grandes manifestaciones, inicialmente pacíficas, de reclamos e inquietudes de la población además de supurar mala gobernanza, revela falta de estrategia en esta época de vecinos obedientes al "eje bolivariano" de Chávez y sus peligrosos juegos de intervención internacional. Porque tampoco se debe restar atención a los actores externos solo porque nos ciegue que ello sea parte de los argumentos gubernamentales. Que la desaprobación a las acciones de García no nos haga descartar el pensar bien todas las posibilidades.
7. ¿La voz de la derecha? Andrés Bedoya Ugarteche, conocido apologista de la supremacía racial y de quien ya hablé alguna vez para responder a cierto lector complaciente de esta bacteria, debería ir a la cárcel por pedir pública y abiertamente en un medio de comunicación masivo el uso de napalm contra los nativos. Pero seguro se quedará escribiendo sus desvaríos seniles y racistas desde Correo, amparado por su director, Aldo Mariátegui que comparte la misma visión de túnel respecto a la solución de los problemas en la Amazonía. "Alditus" evidencia ser un fan de la película "Zulu" donde los camisas rojas ingleses acaban con hordas de guerreros neolíticos armados de lanzas. Tenemos un director de periódico que se la juega por el viejo método de progreso occidental: matar a los nativos y colonizar.
Fotomontaje vía GCC
8. Ya me cansé de ponerme a la zaga de manifestaciones bajo banderas rojas y encabezado por partidos, organizaciones y sindicatos vestigiales de una época muerta. No siento ni la mitad de mis ideas representadas por ellos, y creo que tampoco de las de una gran cantidad de potenciales asistentes, que ahora pensamos varias veces antes de sumarnos alegremente a ciertas marchas. No quiero cometer de nuevo los mismos errores del pasado en darle fuerza a ideas fantasmales que aprovechan coyunturas como éstas para sentirse vivas, pero tampoco quiero volverme un ciudadano inmóvil y lleno de pretextos para no manifestar físicamente mi desacuerdo con el régimen. Sigo pensando en lo que tiene que pasar para que las voces cantantes de las marchas ciudadanas comiencen a ser otras. Que las banderas rojas, si quieren, sean las que se acoplen atrás de vanguardias más sensatas y mayoritarias, y no al revés.
9. El ministerio del Interior corre a cargo de un neófito absoluto en la materia desde hace bastante tiempo, pero nunca se ha notado con mayor claridad. Mercedes Cabanillas no solo debería renunciar, sino buscar un DeLorean para retroceder en el tiempo y declinar el cargo. Parece no tener noción sobre lo colosal de la responsabilidad política por la mayor matanza de policías en la historia del Perú.
10. El "cambio responsable" ha terminado en la misma papelera que el "futuro diferente". Alan García no se salvará del juicio de la historia, por el que alguna vez pareció mostrar interés. Pero tampoco nosotros, por haberlo llevado a esa segunda vuelta donde ganó su reelección.
9. El ministerio del Interior corre a cargo de un neófito absoluto en la materia desde hace bastante tiempo, pero nunca se ha notado con mayor claridad. Mercedes Cabanillas no solo debería renunciar, sino buscar un DeLorean para retroceder en el tiempo y declinar el cargo. Parece no tener noción sobre lo colosal de la responsabilidad política por la mayor matanza de policías en la historia del Perú.
10. El "cambio responsable" ha terminado en la misma papelera que el "futuro diferente". Alan García no se salvará del juicio de la historia, por el que alguna vez pareció mostrar interés. Pero tampoco nosotros, por haberlo llevado a esa segunda vuelta donde ganó su reelección.
8 comentarios:
Para el punto 8 como hacemos?
Para desmarcarnos de los que siempre quieren dirigir las marchas.. yo queria marchar contra pizango y contra los chongresistas... y al final siempre los dirigen los radicales de uno y otro extremo.
Que hacemos.. a la primera banderita roja o insulto malediciente lo expulsamos de la marcha??
"La Amazonia es una colonia del Perú"
Nunca lo habia pensado de esa manera pero tienes razón, uno se sorprende de las "hazañas" de los caucheros con quienes supuestamente eran sus compatriotas. Pero no, no lo eran, eran unos naturales a los que habia que balear y explotar para hacer avanzar la civilización.
El viaje de Roger Cassemet por las tierras de Arana es el equivalente peruano de "El corazon de las tinieblas".
Por mi lado he tratado de obviar los blogs, en los últimos tiempos demasiado apasionados y poco cumplidores de la labor informativa.
Sobre la prensa, deja mucho que desear. Pues si bien es cierto que el problema de la selva (y sierra) del Perú, responde a décadas de olvido y abandono, y es sumamente complejo. Lo de la curva del diablo se trataba en primera instancia de un problema criminal: se asesinaron con crueldad a policías.
Victimizar a los nativos, como se hizo, no es una posición que la prensa debe tomar.
Que el gobierno no actúo antes y debió hacerlo, cierto. Que el gobierno fue ineficaz, cierto también. Pero el resultado fue concreto, se asesinó a oficiales que custodiaban una base de petroperú.
Qué hizo la prensa al respecto????
Si revisamos, por ejemplo, la información del día 6 o 7 de la agencia REUTERS encontramos q se hablaba de 50 nativos muertos (cosa hasta ahora no provada). Igual pasó con europapress y varias otras páginas internacionales. Peor aún con la prensa nacional (no verificaron los hechos y se mandaron con todo a dar cifras infladas, q hasta ahora no se esclarecen).
Esta DESINFORMACIÓN que ha reinado la última semana en Lima, ha hecho que se acentúen las divisiones y pululen las más terribles leyendas urbanas... Se escucha que alguien dice, porq alguie le contó, porq le dijeron: "tiraron decenas de cadáveres al río y el marañon se los llevó todos", "hay varias fosas comunes", "han muerto cientos de nativos"
Es un problema estructural, sin duda. Sin embargo, la DESINFORMACIÓN, no hace más que empeorar el panorama.
Luego seguir un juego maquinado desde afuera (de acuerdo a mi punto de vista, desde caracas), terminará tumbándose a la democracia. Esa que tanto nos costó retomar.
abrazote adrew,
ojalá se te vea pronto
Iris
bueno bueno, para variar un poco, escribire en mi opinion despues de escuchar mil cosas diferentes y una muy interesante exposicion de ideas de parte de Fabber, por cierto saludos amigo, la idea de que la selva es colonia del peru, pues no me resulta para nada lejana, de hecho eso debo decir es la verdad para la mayoria de lugares alejados de ciudades capitales de departamento.
Lo que vemos ahora es el resultado de 3 cosa
1. falta de educacion de nuestros pobladores.
2. falta de contacto del gobierno central con la necesidades del los pobladores.
3. falta de un servicio nacional de inteligencia que vele por evitar que agentes externos se me tan en la politica nacional.
pues adivinen que, de todo esto la culpa la tiene gobierno, por no preocuparse en nada mas que en el crecimiento economico, el crecimiento economico es el resultado de preocuparte por tu pueblo y educarlos de manera que ellos puedan ser elementos productivos, no de lotizar nuestro pais para venderlo a poderes extranjeros.
en fin la discusion es larga y mi paciencia para escribir es corta.
saludos a todos
Ufff.... acá si podría diferir y estar de acuerdo a la vez...
Diferir porque mi corazoncito colonialista y aburguesado (y hamburguesado gracias al fast food) ya casi se olvida de mis tiempos de pensador zurdocaviar y a veces pienso que toda esa cháchara neohippie y new wave que pide preservar la selva y la "hermosa y milenaria" cultura nativa selvática no es más que poserismo de algunos: La mejor forma de ayudar a esa gente es hacerles ver que con tecnología, servicios básicos de salud, agua, alimentos, educación formal y carreteras los sacaríamos de la pobreza y aportarían algo más que bulla y loros al Perú.
¿Preservar su cultura? Que nos enseñen a hacer un arco y flechas, que manden un equipo de botánicos a catalogar sus medicinas naturales y listo... Cultura la de los incas, cultura los chavin, los chimú, los nazcas.
¿Llaman cultura milenaria a un puñado de nativos neolíticos que bailan por 5 dolares?
Y sin embargo, tengo que estar de acuerdo en que no podemos simplemente usar la estrategia Mariategui (la de Aldo, no la del amauta) y darles a entender nuestro punto de vista con intoxicación por plomo (a balazos) o mercurio (minería informal).
El primer paso, lamentablemente, para una reconciliación y fusión cultural, no lo podremos dar mientras los líderes nativos estén manipulados y su ignorancia del problema (porque las leyes que están en disputa son buenas) sea mantenida por los intereses de un puñado de oligofrénicos nacionalistas.
El peruano promedio, siempre lo diré, carece de mentalidad a largo plazo. El mal llamado nacionalismo no es más que un retroceso al bananerismo, donde curiosamente las bananas las reparte ya no un gringo yanqui sino un gorila venezolano.
Amen hermano
Sobre el punto 8 sigo dando vueltas al asunto.
Respecto a las culturas de la selva, el error es justamente acordarse de ellas solo cuando hay petróleo o caucho. Claro que el progreso debe llegar a los nativos, pero a diferencia de épocas pasadas, que esto no implique la destrucción de muchas costumbres y sumar más culturas muertas. Hay más sabiduría de lo que vemos, y decirlo no es para nada filohippie o simple apología del buen salvaje.
Claro Fabber, ¿pero tú dejarías que los niños de las comunidades nativas se conformen con aprender a pescar paiche y curarse los parásitos con pepa de papaya solo porque los padres de estos se entercan en defender su "milenaria cultura"?.
Es casi como mantener el oscurantismo medieval...
Yo no estaré nunca de acuerdo en destruir sus tradiciones, pero francamente, mejor que las pongan en un museo, que los llamados "apus" sean nombrados "guardianes de la tradición" y que los pongan a dar exposiciones y disertaciones al resto de los peruanos y afuera del país. Que se preserve en papel, en video, en internet, en cualquier sitio, pero que no se conviertan en la excusa para el atraso y la ignorancia.
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