Tardíamente, para Howard Philips

Un poco tarde (dos semanas después) del aniversario de uno de mis autores favoritos, H.P. Lovecraft, aprovecho para hacerle este humilde recordatorio de su obra. Lovecraft instituyó oficialmente el horror cósmico como recurso temático en la literatura, y tiene émulos insospechados y con fines nada literarios, como el entretenido autor de comics fundamentalistas cristianos, Jack Chick.

Para quienes no han leído estas tiras cómicas, puedo decirles a ciencia cierta que no saben de lo que se están perdiendo. Son una antología del proselitismo religioso, esparcido por miedo al castigo eterno, en un universo donde el más mínimo error en tu forma de vida hace que Jesucristo te bote a patadas del Cielo. Todas las historias de sus comics incluyen una amenaza con las flamas del infierno y el ser devorado por los demonios durante el nada breve lapso de la eternidad. Jack Chick arremete contra todo lo que no es cristiano-evangélico-fundamentalista, y sus víctimas abarcan un espectro tan variado como los musulmanes, las modelos de TV, los esoteristas, los gays, la Iglesia Católica y el Papa (estos con especial y deliciosa saña), Halloween, la Virgen María, los comunistas, los masones, la teoría de la evolución, los evangélicos no-fundamentalistas, los hippies, y para completar el marco pluricultural, nos ataca a los jugadores de rol en un par de ocasiones memorables, entre otros "impíos" que serán vomitados de las fauces del Cielo, para caer por medio de un llameante espiral en el retrete ígneo del Averno.

Inspirado en estos cómics, un autor al que le he perdido la pista concibió el comic que adjunto mas abajo, donde traspone la doctrina cristiana de los comics de Jack Chick, con el culto de los mitos de Cthulhu. Si ya te has topado antes con los comics de Chick (puedes encontrarlo incluso en librerías evangélicas locales), lo disfrutarás mucho más.