Farmacopea Política

No sé cuando la mayoría de la clase política será un poco más variada con sus recursos dialécticos. Sucede que ya me cansé de escuchar el mismo chiste cada vez que nuestros queridos dirigentes nacionales quieren coquetear con la ironía ingeniosa:

PLANTILLA UNO

- Bueno, este señor (INSERTAR NOMBRE AQUÍ) debería tomar un poco de Memorex para que recuerde que (INSERTAR RABO DE PAJA ALUDIDO AQUÍ).

PLANTILLA DOS

- Lo que pasa es que a (INSERTAR NOMBRE AQUÍ) le deberían recetar un poco de Ubicaína por que (INSERTAR SUPUESTA DESUBICACIÓN AQUÍ).

En una autoasignada labor de ampliación de recursos, quiero colaborar con la farmacopea política y así dejar de oír el mismo chiste de Carbonell cada vez que responden a la apurada.

- Nervocalm en Jarabe: Para los gatillo fácil como Lourdes Alcorta o Alan García.

- Diazepam con Ron Don Caletón: para animar un poco al sota de Castañeda Lossio

- Pankreoflat con té verde: para ver si se desinfla un poco Hernán Garrido Lecca.

- Enema de Vick-Vaporub: a Hugo Chávez, para que recuerde cada vez que la cague.

- Crema de Concha de Nácar: receta genérica para todos, aplicable especialmente a Valle Riestra, Ollanta Humala, y algunos acolchaditos dirigentes de ciertas ONGs.

- Unos shocks con desfibrilador de 2000 voltios: para que a neoliberales alucinados como Aldito Mariátegui o Alfredo Bullard les lata un poco el corazón y vean que la gente que no es empresaria no son una cifra, sino personas de verdad.

- Ritalín 500 Mg., con su rica lobotomía más: para ver si Antauro se nos disciplina un poquito en el penal.

- Ampicilina pateada con Cocoa Winters: a Eliane Karp, solo para ver que pasa con ella, a lo Dr. Mengele.
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