El último número de la CIVIL WAR de Marvel

DC y Marvel, los dos monstruos del cómic de capa y calzoncillo sobrepuesto, están acabando grandes cambios en sus líneas históricas por estos meses. Mientras DC está embarcada en una excelente saga, 52, donde todos los caminos conducen a una Tercera Guerra Mundial, la Marvel ha entrado en una apuesta por llevar al cómic la división ante la "Patriot Act" de Bush, reflejándola como un eco en la saga limitada de 7 números, CIVIL WAR.

Un desastre mayúsculo con un impacto mediático casi tan poderoso como el 11-9 ha llevado al gobierno de los EEUU a una ley en que los supehéroes tienen que abandonar sus identidades secretas para registrarse como un ciudadano más al servicio del Estado. Entre los encapuchados dos bandos se han formado: Tony Stark, Ironman, a favor de la registración y apoyando al gobierno y el Capitán América en contra y enfrentado directamente al Pentágono y su CIA fantástica, la S.H.I.E.L.D. Los dos bandos de superhéroes están chocando y ocasionándose víctimas mortales. Ya se adelantaron algunos previews gráficos, los que ilustran este post.



¡El número 7 de la Civil War llega pronto!


Por mi parte me ha sido imposible no influenciarme por este evento, desempolvando los libros de rol del Marvel Supeheroes, y listo para jugar una minicampaña Civil War, ambientada en uno de los grupos que forma Tony Stark en cada estado de EEUU. En este caso es en Oregon, en un grupo de superhéroes registrados: Dynamo, el speedster mecánico, Zen, el campeón de la paz mental y Deadman, un maestro de la electricidad que siempre ha sido dado por muerto, tendrán que escoger a que bando apoyarán. Ya les contaré por aquí el desenlace de sus aventuras en la Civil War alterna que vamos a armar. En la historia oficial se vienen cosas como éstas:

Siempre desprecié al Capitán América, pero últimamente se ha resaltado que es fiel al principio de los Padres Fundadores de los EEUU más que al presidente de turno. Bien por él, y si ha llegado su hora, que caiga de la manera más honorable, claro, para ser revivido, como en todo cómic de superhéroes, meses o días después. Son cosas a las que uno se acostumbra.