25.3.08

Tíbet, Kosovo y la diplomacia pelele


Vía Útero de Marita llego a una columna de Luis Cisneros Hamann en Perú21 acerca del reconocimiento de la soberanía china sobre el Tíbet, en la visita reciente de nuestro presidente Alan García a Beijing:

El pueblo peruano siempre estará al lado del pueblo chino y apoya firmemente a China en la causa justa de la soberanía nacional e integridad territorial“, acotó García para disipar eventuales dudas de traductores, en una declaración que sonó como música celestial.

Hasta aquí todo sonaría como una descarada forma de realpolitik internacional por parte de nuestro mandatario. Estoy en China y les digo a los chinos lo que quieren oír- pensará nuestro presidente mientras se disfraza de la versión wantán del flautista de Hamelin y se alucina Nixon con Mao en 1971.

Pero eso genera una pregunta sobre nuestra consistencia como actor internacional:

Si apoyamos firmemente la soberanía nacional e integridad territorial ¿por qué el Perú reconoció la independencia de Kosovo hace solo unas semanas? ¿Dónde está la consistencia de nuestra Cancillería? El Perú así acaba ignorando la ocupación militar por 50 años de un país con una rica cultura y con el estatus de ser una suerte de Estados Pontificios del Extremo Oriente, pero sí avala la separación artificial de una región que no solo jamás fue independiente (Kosovo) sino que durante 700 años fue el núcleo histórico de Serbia, país que siente la separación de Kosovo como si el Cuzco se volviera independiente del Perú. Kosovo nace como estado fallido (no tiene recursos ni fuerza para autosustentarse que no provengan del exterior) pero el Tíbet tiene una historia milenaria y una extensión casi cien veces mayor. El Perú obra al revés en los dos casos.

La diplomacia incluye muchas veces asentimiento de estados pequeños y medianos como el Perú ante intereses de las grandes potencias, pero debe evitar posiciones esquizofrénicas como ésta.
Reconocimos a Kosovo para quedar bien ante los EEUU y alentamos la ocupación del Tíbet para quedar bien con China, que es casi como decir "Alianza Lima corazón" con el polo de la "U" y nos hace perder seriedad como actor internacional.

El tema Tíbet da para un post íntegro, así que lo dejo para mañana. La pregunta hoy es al Ministro de Relaciones Exteriores ¿qué tan "país pelele" puede ser nuestra posición internacional? ¿se puede evitar el quedar como hipócritas descarados para obtener TLCs?

2 comentarios:

Richard Torchiani dijo...

De acuerdo con el análisis colega

Si la diplomacia peruana avaló la independencia(?) de kosovo [escuchen a Novak Djokovic] fue precisamente por "darle un besito" a papá Bush...

pero esta artimaña sirvió de libro coquito al inefable Sr Fuentes presidente regional (?) de Puno para soltar la descabellada idea de independizar Puno de Perú (!)

Con el dato aprendido, Alan lanza un discurso que busca (1) congraciarse con los asiáticos motivo de su visita y (2) dar un mensaje suave con pretensión de que su voz llegue hasta el altiplano

Quizá me equivoque en el análisis, pero a fin de cuentas, no cargo con la responsabilidad de este mensaje; tómenlo simplemente como una opinión a mediodia

SaLudos!

Fujur dijo...

me pregunto exactamente lo mismo! no estoy muy puesto en la política del Perú pero, tal y como escribí, lo que define la "autodeterminación" de un "pueblo" es su autosuficiencia (en un mundo justo). Ni el Tibet ni Kosovo lo son, por lo que no creo que tengan derecho...

quién iba a decir que Yugoslavia iba a arrastrar tantos problemas con su muerte!!!