4.11.08

Yes you can. So say we all.



Un panorama más claro para la Unión Americana se presenta con la inminente elección de Barack Obama, y uno más oscuro si se da una ingrata sorpresa con John McCain y su medieval vicepresidenta, Sarah Palin.

Obama heredará un país en una crisis no solo económica, sino política, de posición internacional debilitada en comparación al escenario de 1990 o el 2000 y en una curva de poder descendente. Los EEUU han pasado de ser el "Arsenal de la Democracia" de la mitad del siglo XX, al país de la doctrina de la agresión preventiva; de la antorcha de la libertad al responsable de Guantánamo y Abu Ghirab; del dínamo del capitalismo al lastre de las hipotecas basura que ha arrastrado en alud la economía mundial interdependiente.


El siglo norteamericano se ha apagado, y aunque militarmente los EEUU puedan seguir siendo de lejos el país más poderoso del orbe, hay algo que se le extravió en su brillante camino en el siglo XX (su siglo), algo que había convertido a los EEUU en el país de los sueños que se cumplían, donde sus pobladores vivían imbuídos en grandes esperanzas y valores, desde donde se combatió con tenacidad a las ambiciones totalitarias de Alemania y Japón simultáneamente en todos los océanos y continentes, el país que puso a la humanidad en la Luna y que pobló el cielo de edificios que rascaban el firmamento.


Sinceramente no creo que Obama devuelva a los EEUU a una segunda edad de oro. Será suficiente hazaña acomodar a los EEUU con tranquilidad y como un país estable en un mundo donde la unipolaridad que encabezaba se desvanece con un acelerado fade out. El inmenso poder y crédito que llegó a sus manos con el fin de la URSS ha sido dilapidado en medio de bravatas texanas, fundamentalismo religioso y avaricia geopolítica durante el ochenio de un George W. Bush que mordió más de lo que podía masticar. Obama puede poner parches y arreglar diversos desaguisados en los que la anterior administración ha metido a los EEUU, puede ser un Diocleciano que maneje con dignidad y sabiduría un imperio que ha visto pasar sus mejores Happy Days.


Una llegada de McCain a la Casa Blanca no solo sería escandalosa, sino que a la vez peligrosa. Él encarna lo que Paul Kennedy llama en su imprescindible "Auge y Caída de las Grandes Potencias", el coletazo militar de una potencia en caída. Perdido el dominio económico y cultural, el último rincón de dominio de una potencia que sufre un período de perdida de poder, es el militar. McCain es un enemigo enconado de Rusia, es receloso del poder emergente chino y sobre el tema de Irak, en sus propias palabras, puede dejar tropas americanas 100 años más si llegara a gobernar esa fantasiosa cantidad de tiempo.


El mundo no está para más sorpresas. Cuán distinto sería el panorama mundial si un Al Gore hubiera ganado las elecciones norteamericanas del 2000 y tomado medidas sobre el 11-S, evento que debería haber sido visto en su justa medida y no como el inicio de una "megaguerra" mundial contra un terrorismo sobredimensionado, inflado hasta el límite como némesis para llenar el enorme agujero que dejó la URSS. Quizá hubieran existido bravatas imperiales pero no el daño a la convivencia internacional y a los derechos de los ciudadanos del orbe que ha dejado el peor presidente norteamericano del que se tenga memoria.


Hoy en los EEUU eligen al gobernante más poderoso del mundo. Que sean sabios y que prevalezcan las cabezas pensantes sobre los rednecks y la gente del cinturón bíblico que encumbraron ocho años a una marioneta de CEOs demoníacos y retrógrados fundamentalistas.

Yes you can. So say we all.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Amen brother!

Unknown dijo...

Se extrañaban tus comentarios!!! besitos

ocraM dijo...

so say we all!!

Carolate dijo...

Yo es que le voy al Necaxa...

Y bueh, internacionalmente creo que lo mejor que pudo pasar es que gane Obama. Internamente, para USA, es un grave error.

Siempre que gana un socialista deja a su país peor que cuando entró. Y mucho me temo que este va a ser de los que va a adoptar medidas populistas y no de las que resuelvan problemas sociales.