Atravesamos una época de fuego cruzado, tinta y bytes de opinión, sobre la sentencia de 25 años a Fujimori.
El razonamiento y el análisis del fenómeno del fujimorato se transforma más que nunca en tierra de nadie. Quienes transitan por allí se ven acusados de "caviares" o "geishas" de manera indistinta y reciben fuego graneado de ambos bandos.
Quienes quieren ver a Fujimori como un mártir, niegan o minimizan los claros y conocidos aspectos nefastos de su gobierno y legado.
A su vez, quienes quieren ven a Fujimori como el mayor enemigo de la nación, no dudan en su demonización y en el soslayamiento de hechos sin los cuales es imposible explicar qué Perú existía en 1990 y cuánto cambio de éste en el 2000. Así, en pos de un slogan "justiciero" se crean atajos para ahorrar sinapsis y sucumbe el análisis serio. Peor aún, quien asesina su perspectiva luego pasa a quejarse de no entender a un enorme sector de peruanos y resuelve su problema acusándolos de autocráticos, faltos de autoestima, y otros etcéteras.
Sobre las anteojeras del primer bando existe una sobreoferta de crítica en la blogósfera y la prensa. Sobre las de los segundos, un déficit y por lo tanto un punto a tratar.
Estas anteojeras obedecen a sus propias leyes:
Ley de la demonización: La madre de todas las demás es la demonización del enemigo como herramienta que facilita la flojera intelectual. No hay nada mejor para la conciencia maniqueísta y nada peor para el análisis que subestimar los logros de los que ha sido capaz el rival, así como atribuírle características de mal caricaturesco que a la larga son contraproducentes como argumento, como en el caso de Fujimori las supuestas torturas a su esposa o que se llevó lingotes de oro en el avión a Brunei, entre otras perlas que solo consigue mezclar papas con camotes.
Pensar que un autócrata y cómplice de Montesinos, que un personaje devorado por la enfermedad del poder también fue el responsable político de una mejora económica sustancial e innegable partiendo de un desastre económico, de una victoria sobre un movimiento terrorista como SL reduciéndolo a casi cero y a un costo en vidas visiblemente mucho menor que en los gobiernos más institucionales y democráticos, de la llegada del Estado a regiones rurales abandonadas por siglos, o de un tratado de paz definitivo con el endémico conflicto con Ecuador, pensar en eso puede ocasionar un corto circuito y para evitarlo se usa lo siguiente:
Ley del revisionismo histórico. Con esta óptica se reduce por ejemplo:
La complejidad de la derrota de SL a que Fujimori andaba de pesca mientras el GEIN capturaba a Abimael Guzmán, y que éste solo hecho bastó para derrotar al terrorismo.
La recuperación económica y viabilidad de país de 1990 al 2000 a una anécdota casi sin importancia, cuando no, la trágica victoria del neoliberalismo contra el sistema anteriormente imperante.
La infraestructura construída en el interior del país a mero populismo.
El tratado de paz con el Ecuador a la cesión mancilladora de un sagrado kilómetro cuadrado de nuestro territorio nacional.
Reducciones fáciles de convertirse en slogans, peligrosamente ideales para el autolavado de cerebro que deja un Fujimori listo para ser villano de caricatura antes que el responsable de un período histórico lleno de incómodas contradicciones.
Ley del wishful thinking. Que nace como reacción a las realidades incómodas.
Porque la historia del Perú tiene la desagradable costumbre de contradecir lo que nuestra formación académica occidental consideraría deseable.
Porque en el siglo XX los pocos gobiernos democráticos en Perú tuvieron un desempeño mediocre en el mejor de los casos y desastroso si nos referimos explícitamente al gobierno de Alan García entre el 85-90.
Porque los dos grandes pensadores peruanos del siglo que estudiamos desde la escuela, Haya y Mariátegui, fueron los inspiradores de los dos partidos que estelarizaron los peores capítulos de nuestro siglo XX: el APRA en ese carnaval surrealista de ineptitud y corrupción que fue el 85-90, y el PCP-SL, uno de los hijos en línea directa del PCP de Mariátegui.
Porque, he aquí al rinoceronte en la sala que nadie quisiera ver, los tres gobiernos responsables de las reformas más importantes del país en el siglo pasado estuvieron a cargo de dos autócratas, Leguía y Fujimori y, sobre todo, de un dictador militar de izquierda, Velasco Alvarado, quien, paradójicamente, tuvo que dar un golpe a un gobierno democráticamente elegido para liberar a un enorme sector de la población oprimida por siglos.
Es para lamentarse que las cosas no hayan salido de la manera que querríamos, que carezcamos de paradigmas democráticos de peso, pero no es motivo para negar lo sucedido. Es nuestro pasado: más vale aprender de él a pretender que no existió si no queremos ver aparecer otros autócratas en el futuro.
Igualmente, más vale estar prevenido y atenerse a los claroscuros del fujimorato antes que inventar un cuento de lo que hubiéramos querido que fuera. Porque del autoengaño nace el error. Y de nuestro próximo error nacerá un gobernante peor de lo que nos imaginamos.
¿Un análisis justo? ¿Para qué?
No se debe tener temor a la verdad y a poner los pies en la tierra, pues a pesar de reconocer sus logros, "la inocencia de Fujimori" seguirá siendo un oxímoron.
Aunque yo también piense que la sentencia sea cuestionable en muchos aspectos, en un balance final es provechoso para el país ver condenado severamente a un gobernante que ha incurrido en otras faltas graves. A la vez, nada lo exculpa de haber candidateado ignominiosamente al Senado japonés, de ser el responsable político de un innecesario grupo Colina, de ser cómplice y encubridor de Montesinos, de temer a su asesor con una cobardía que lo llevó a esa increíble renuncia por fax, o de haber vulnerado las instituciones creadas por su propia Constitución en pos de la reeelección.
Nada lo exculpa de ser un mal ejemplo en muchos sentidos, por lo que merece recibir un castigo público e histórico igualmente ejemplar, aunque llegue por una vía con baches.
Pero si esto viene acompañado de demonización, revisionismo histórico, o wishful thinking, no servirá de nada, no aprenderemos nada y repetiremos la historia. Será darle leña al fuego que queremos combatir, cuando lo que se necesita es un chorro de agua, de fría realidad.
Y perderemos la perspectiva que la democracia peruana necesita para no volver a ser interrumpida por autócratas con soluciones basadas en el abuso del poder.
BONUS BLOGOSFÉRICO
Un par de leyes menores:
Ley de Bush Jr. "O estás conmigo o contra mí". Todos los periodistas que cuestionen la sentencia son "geishas" y quienes cuestionan a Fujimori "caviares". Quienes manifiestan sus dudas sobre ella resultan criptofujimoristas con la misma lógica de la otra trinchera donde la sentencia del tribunal o la CVR es criptoterrorista. Todos así revelan "su naturaleza" y el mundo se divide cómodamente en dos.
Ley de Godwin o las comparaciones con Hitler y Abimael. De quienes desean trasponer la lógica con la que se juzgaron los crímenes nazis, o para quienes, secreta o abiertamente, entran en orgasmo con la idea de Fujimori en la misma celda del líder de SL.
El razonamiento y el análisis del fenómeno del fujimorato se transforma más que nunca en tierra de nadie. Quienes transitan por allí se ven acusados de "caviares" o "geishas" de manera indistinta y reciben fuego graneado de ambos bandos.
Quienes quieren ver a Fujimori como un mártir, niegan o minimizan los claros y conocidos aspectos nefastos de su gobierno y legado.
A su vez, quienes quieren ven a Fujimori como el mayor enemigo de la nación, no dudan en su demonización y en el soslayamiento de hechos sin los cuales es imposible explicar qué Perú existía en 1990 y cuánto cambio de éste en el 2000. Así, en pos de un slogan "justiciero" se crean atajos para ahorrar sinapsis y sucumbe el análisis serio. Peor aún, quien asesina su perspectiva luego pasa a quejarse de no entender a un enorme sector de peruanos y resuelve su problema acusándolos de autocráticos, faltos de autoestima, y otros etcéteras.
Sobre las anteojeras del primer bando existe una sobreoferta de crítica en la blogósfera y la prensa. Sobre las de los segundos, un déficit y por lo tanto un punto a tratar.
Estas anteojeras obedecen a sus propias leyes:
Ley de la demonización: La madre de todas las demás es la demonización del enemigo como herramienta que facilita la flojera intelectual. No hay nada mejor para la conciencia maniqueísta y nada peor para el análisis que subestimar los logros de los que ha sido capaz el rival, así como atribuírle características de mal caricaturesco que a la larga son contraproducentes como argumento, como en el caso de Fujimori las supuestas torturas a su esposa o que se llevó lingotes de oro en el avión a Brunei, entre otras perlas que solo consigue mezclar papas con camotes.
Pensar que un autócrata y cómplice de Montesinos, que un personaje devorado por la enfermedad del poder también fue el responsable político de una mejora económica sustancial e innegable partiendo de un desastre económico, de una victoria sobre un movimiento terrorista como SL reduciéndolo a casi cero y a un costo en vidas visiblemente mucho menor que en los gobiernos más institucionales y democráticos, de la llegada del Estado a regiones rurales abandonadas por siglos, o de un tratado de paz definitivo con el endémico conflicto con Ecuador, pensar en eso puede ocasionar un corto circuito y para evitarlo se usa lo siguiente:
Ley del revisionismo histórico. Con esta óptica se reduce por ejemplo:
La complejidad de la derrota de SL a que Fujimori andaba de pesca mientras el GEIN capturaba a Abimael Guzmán, y que éste solo hecho bastó para derrotar al terrorismo.
La recuperación económica y viabilidad de país de 1990 al 2000 a una anécdota casi sin importancia, cuando no, la trágica victoria del neoliberalismo contra el sistema anteriormente imperante.
La infraestructura construída en el interior del país a mero populismo.
El tratado de paz con el Ecuador a la cesión mancilladora de un sagrado kilómetro cuadrado de nuestro territorio nacional.
Reducciones fáciles de convertirse en slogans, peligrosamente ideales para el autolavado de cerebro que deja un Fujimori listo para ser villano de caricatura antes que el responsable de un período histórico lleno de incómodas contradicciones.
Ley del wishful thinking. Que nace como reacción a las realidades incómodas.
Porque la historia del Perú tiene la desagradable costumbre de contradecir lo que nuestra formación académica occidental consideraría deseable.
Porque en el siglo XX los pocos gobiernos democráticos en Perú tuvieron un desempeño mediocre en el mejor de los casos y desastroso si nos referimos explícitamente al gobierno de Alan García entre el 85-90.
Porque los dos grandes pensadores peruanos del siglo que estudiamos desde la escuela, Haya y Mariátegui, fueron los inspiradores de los dos partidos que estelarizaron los peores capítulos de nuestro siglo XX: el APRA en ese carnaval surrealista de ineptitud y corrupción que fue el 85-90, y el PCP-SL, uno de los hijos en línea directa del PCP de Mariátegui.
Porque, he aquí al rinoceronte en la sala que nadie quisiera ver, los tres gobiernos responsables de las reformas más importantes del país en el siglo pasado estuvieron a cargo de dos autócratas, Leguía y Fujimori y, sobre todo, de un dictador militar de izquierda, Velasco Alvarado, quien, paradójicamente, tuvo que dar un golpe a un gobierno democráticamente elegido para liberar a un enorme sector de la población oprimida por siglos.
Es para lamentarse que las cosas no hayan salido de la manera que querríamos, que carezcamos de paradigmas democráticos de peso, pero no es motivo para negar lo sucedido. Es nuestro pasado: más vale aprender de él a pretender que no existió si no queremos ver aparecer otros autócratas en el futuro.
Igualmente, más vale estar prevenido y atenerse a los claroscuros del fujimorato antes que inventar un cuento de lo que hubiéramos querido que fuera. Porque del autoengaño nace el error. Y de nuestro próximo error nacerá un gobernante peor de lo que nos imaginamos.
¿Un análisis justo? ¿Para qué?
No se debe tener temor a la verdad y a poner los pies en la tierra, pues a pesar de reconocer sus logros, "la inocencia de Fujimori" seguirá siendo un oxímoron.
Aunque yo también piense que la sentencia sea cuestionable en muchos aspectos, en un balance final es provechoso para el país ver condenado severamente a un gobernante que ha incurrido en otras faltas graves. A la vez, nada lo exculpa de haber candidateado ignominiosamente al Senado japonés, de ser el responsable político de un innecesario grupo Colina, de ser cómplice y encubridor de Montesinos, de temer a su asesor con una cobardía que lo llevó a esa increíble renuncia por fax, o de haber vulnerado las instituciones creadas por su propia Constitución en pos de la reeelección.
Nada lo exculpa de ser un mal ejemplo en muchos sentidos, por lo que merece recibir un castigo público e histórico igualmente ejemplar, aunque llegue por una vía con baches.
Pero si esto viene acompañado de demonización, revisionismo histórico, o wishful thinking, no servirá de nada, no aprenderemos nada y repetiremos la historia. Será darle leña al fuego que queremos combatir, cuando lo que se necesita es un chorro de agua, de fría realidad.
Y perderemos la perspectiva que la democracia peruana necesita para no volver a ser interrumpida por autócratas con soluciones basadas en el abuso del poder.
BONUS BLOGOSFÉRICO
Un par de leyes menores:
Ley de Bush Jr. "O estás conmigo o contra mí". Todos los periodistas que cuestionen la sentencia son "geishas" y quienes cuestionan a Fujimori "caviares". Quienes manifiestan sus dudas sobre ella resultan criptofujimoristas con la misma lógica de la otra trinchera donde la sentencia del tribunal o la CVR es criptoterrorista. Todos así revelan "su naturaleza" y el mundo se divide cómodamente en dos.
Ley de Godwin o las comparaciones con Hitler y Abimael. De quienes desean trasponer la lógica con la que se juzgaron los crímenes nazis, o para quienes, secreta o abiertamente, entran en orgasmo con la idea de Fujimori en la misma celda del líder de SL.
19 comentarios:
No comparto mucho de lo que dices pero me parece una opinión bastante válida. No creo que sea posible un liberalismo real sin instituciones fuertes y de eso se adoleció mucho en los 90 y nos queda de traba. Fujimori tenía la fuerza política para emprender las reformas que no quiso hacer. En fin, lo que me parece bastante fuera de lugar es decir que Sendero Luminoso es hijo de Mariátegui. Así Pinochet es hijo de Friedman (bueno... esa es la tesis de Naomi Klein).
Es una relación directa,que debe sonar chocante sobre todo a la gente de CCSS del país donde Mariátegui sigue siendo un referente, pero SL es tanto una versión del marxismo-leninismo como una versión del pensamiento mariateguista, como una versión del maoísmo.
Sobre si SL era verdadero mariateguismo o la URSS era verdadero marxismo se pueden argüír muchas cosas, pero no se puede negar su filiación ideológica y la descendencia de un partido.
Un extracto de "la entrevista del siglo" realizada a Abimael Guzmán:
(...)Hemos hecho ver que en Mariátegui se encuentran tesis similares a las del Presidente Mao, basta recordar cuestiones referentes al frente único o al importante problema de la violencia. Mariátegui dice "el Poder se conquista con la violencia y se defiende con la dictadura", "la revolución es el parto sangriento del presente" y a lo largo de muchos años de su gloriosa vida reiteró persistentemente el papel de la violencia revolucionaria y de la dictadura (...)
Cabe mencionar que tanto el pensamiento de Mariátegui como el de Haya tienen muchas claves que hicieron entender mejor el Perú de su época, pero que no son íconos intocables y se deben entender como productos de su siglo que fueron (y son) interpretados de maneras diversas y, como en los ejemplos que menciono, a veces nefastas.
Fabber, venga, esa es la parte más débil de tu argumentación. Como decir que la culpa de los ataques del 11 de setiembre fue Mahoma, porque un grupo de radicales lo interpretó a su manera. O lo mismo con Nietzsche y Hitler.
No todos los que leen a Lenin, a Marx, a Mariátegui o a Mao van pues dejando coches bombas por todos lados. Es un sin sentido. La responsabilidad de una lectura monolítica, antojadiza, ideologizada fue la de Sendero Luminoso.
Lo otro es ese análisis de balanza. Sopesar las cosas ver los lados malos y los lados buenos, como datos que no se interconectan. Veamos:
Fabber:
- La complejidad de la derrota de SL a que Fujimori andaba de pesca mientras el GEIN capturaba a Abimael Guzmán, y que éste solo hecho bastó para derrotar al terrorismo.
- No. Lo real es decir que Sendero Luminoso estaba siendo derrotado en la sierra central, lo que le obligó a moverse a dos frentes: Hacia la Selva Central y a la ciudad. En la selva central es donde Sendero Luminoso aplicó una política de masacre indiscriminada contra las poblaciones asháninkas, bajo la mirada pasiva del estado peruano, incapaz nuevamente de reaccionar. Las secuelas las vivimos hasta ahora, porque, según datos oficiales, hay 600 mandos senderistas en la Selva Central. Buena con la derrota a SL. En la ciudad (Lima, Huancayo), se venía de una seria de capturas a la cúpula central por parte del GEIN, mientras que desde el estado se aplicó una política inefectiva de secuestos y desapariciones forzadas. Revisar la cantidad de desaparecidos y muertos de la Universidad del Centro, de Huancayo, Junín.
La recuperación económica y viabilidad de país de 1990 al 2000 a una anécdota casi sin importancia, cuando no, la trágica victoria del neoliberalismo contra el sistema anteriormente imperante.
Lo real es que el Perú se encontraba inviable y que parte de la negociación con los organismos multilaterales fue la implementación del Consenso de Washington en el Perú. Consenso aplicado de manera ineficaz, corrupta, etc., en nuestro país. Se calcula (Alfonso Quiroz, 2008) una pérdida de 14,000 millones de dólares por corrupción. Esa "viabilidad" fue tan eficiente, que el Perú no pudo afrontar la primera fase de la recesión mundial que hasta ahorita golpea. Si no hubiera sido por el aumento del consumo de materia prima a nivel mundial, esta segunda fase de la crisis nos estaría hundiendo en la miseria total.
La infraestructura construída en el interior del país a mero populismo.
Colegios que se caen, carreteras que no duraban. El Chino hizo obra. Genial.
El tratado de paz con el Ecuador a la cesión mancilladora de un sagrado kilómetro cuadrado de nuestro territorio nacional.
Tío, ¡perdimos la guerra con Ecuador! Sí, gracias al cielo que tenemos una tradición de diplomáticos mucho mejor que la ecuatoriana y la sacamos fácil.
Lo de villano de caricatura no es culpa de un grupo de revisionistas (irónico, término usado por la vieja izquierda stalinista para descalificar la necesidad de discutir la historia y los viejos textos... Del Chino Mao al Chino Fujimori). El solito, saludándole de lejitos a Montesinos en pleno juicio (el momento más FAIL! del juicio a Fujimori), se convirtió en una parodia de sí mismo.
Un abrazo
Oye Roberto, pero Fabber no está diciendo que Mariátegui tenga la culpa de SL ni que quienes lo leen se vuelven terrucos. Lo que él dice al pie de la letra es que Mariategui fue el "inspirador" de SL. La confusión puede darse por poner en el mismo saco esta relación con la que hay entre Haya y el aprsimo, que es muchisimo más directa, pero vale para mostrar la paradoja que Fabber apunta y que me parece muy sugerente: Los grandes ideólogos políticos que fundan el pensamiento progresista moderno dan pie (también) a grandes desastres, mientras los autócratas golpistas que vulneran los derechos humanos emprenden (también) a grandes reformas.
No se trata, creo yo, de negar el atributo principal de cada uno ni de reducir responsabilidades por ello, sino de contemplar la existencia de claroscuros y matices. No sólo porque es más exacto sino porque sólo así podremos irnos entendiendo mejor entre todos.
En cuanto a los argumentos concretos, creo que la realidad debe estar en algún punto intermedio. Si SL estaba siendo derrotado en la sierra central y capturados sus mandos por el GEIN, entonces hay un nivel de responsabilidad estatal en ello (ojo, las FFAA y el GEIN también son el Estado). Yo entiendo que Fujimori/Montesinos preferían la estrategia de secuestros y desapariciones, pero supongo que mantuvieron (al menos toleraron) la otra estrategia también.
En el caso de lo económico estoy más de acuerdo con Roberto. Supongo que las cosas podrían haberse hecho peor, pero básicamente se dio el mando a las multilaterales mientras se robaba a manos llenas.
La infraestructura y los programas sociales fueron en muchos casos inefectivos y motivados por puro populismo, pero no hay que soslayar el gran impacto que tuvieron sobre la población abandonada por el Estado. Pensar que la gente se dejó engañar por colegios mal hechos es subestimarla bastante. Había una necesidad y mal que bien se le dio algún nivel de solución.
Saludos
Hola Andrés,
Estás tratando en forma simétrica a dos bandos que no tienen la misma fuerza mediática. Los fujimoristas y exfujimoristas tienen buena parte de los medios televisivos y de prensa. Nunca han dejado de tenerlos, como que a Toledo le dieron con una fuerza que no se ve contra García. No es muy diferentte a la época cuando el fujimorismo tenía todos los canales de señal abierta y la oposición sólo uno de cable. La blogósfera es un medio nuevo y con mucho menos audiencia que los medios tradicionales.
La semana pasada la reacción mediática a favor de Fujimori fue muy evidente. A muchos nos recordó a las campañas mediáticas de la década pasada, la creación, en base a los medios, la fuerza y el dinero, de una realidad virtual que pasa por "realidad real": "no salió en la tele, ergo no existió", de Montesinos. Eso explica la "sobrereacción" de los opositores a Fujimori, que además ocurrió con cierto retardo, notémoslo. Sólo el domingo vino la reacción masiva a la provocación, y ya esta semana con Caretas viene la reacción a fondo. Mientras los anti-fujimoristas celebraban la sentencia, los fujimoristas los estaban esperando con encuestas, un despliegue de opinólogos en contra de la sentencia, entrevistas al hermano y a la hija y movilizaciones en las calles (sin olvidar, desde luego, la vandalización de "El Ojo que llora").
Veamos ahora tus "leyes".
No se ha "demonizado" a Fujimori por recordar las según tú supuestas torturas a su ex señora esposa. Este es un episodio realmente desagradable, pero que ocurrió. Ahí están las evidencias. Que Fujimori y sus allegados se llevaron del Perú muchas cosas (dinero, videos, el sacha inchi, etc.) tampoco es algo que no sepamos. Es tan desagradable como real. Aquí el "revisionismo histórico" está en ocultarlo, negarlo, desprestigiar estos hechos reales como si fueran mitos demonizadores.
A cada cosa que se diga sobre Fujimori ya se ve la reacción: "Ah, pero derrotó a Sendero", "ah, pero mejoró la economía", "ah, pero hizo colegios". Esto no es otra cosa que el famoso "robó, pero hizo obra" en una versión glamorizada y dignificada como intelectualmente aceptable, además de aumentada: "robó, mató y secuestró, pero estabilizó la economía y derrotó a Sendero" o ni siquiera "mató", sino el atemperado "aprobó y avaló una estrategia en el marco de la cual se cometieron asesinatos".
El "revisionismo histórico" es exactamente al revés de cómo lo señalas. El fujimorismo impuso su discurso político como si fuera una realidad. Los peruanos vivimos en Matrix y comprensiblemente ahora a muchos les cuesta asumir que el fujimorismo fue una realidad falaz. Se exageró el peligro de Sendero Luminoso para que el golpe de 1992 apareciera como justificado. Se ocultó que Fujimori defraudó su gran promesa electoral: ganó las elecciones prometiendo el no-shock para luego dar un hiper-paquetazo. Fujimori contó con recursos por las privatizaciones y el surgimiento de monopoliios privados irregulados. Entró a cooptar los comedores populares con dinero del gobierno americano, sin olvidar su horrendo como olvidado plan de esterilizaciones masivas. No suena a que el balance sea tan positivo como lo pinta el discurso oficial fujimorista. Hubo muchos perdedores de su "exitoso" gobierno. Odría hizo obra y ganó en barriadas, pero también perjudicó a mucha gente.
El "pensamiento voluntarista" no es nada nuevo ni en el Perú ni internacionalmente. Que las dictaduras pueden impulsar el crecimiento mejor que las democracias es un tema clásico de economía política. La evidencia empírica no es clara, pues las dictaduras son también periodos de gran corrupción e ineficiencia. Nomás en la región tienes a Pinochet como supuesto caso exitoso, pero también tienes a Videla-Viola-Galtieri con sus desastrosos resultados. En el caso de Fujimori lo que hay que hacer es ver qué hizo Fujimori con dictadura que no hubiera podido hacer con democracia. Bueno, tienes, y he escrito sobre esto, las privatizaciones, la reforma previsional y la reforma laboral (a las que puedes agregar la ley de universidades-empresa, y varias otras). Difícil aprobar estas leyes en democracia, pero no imposible. Y así como se ganó imponiéndolas de manera dictatorial, precisamente por eso también se perdió, pues los trabajadores no pudieron defenderse de los abusos y la contracción salarial, con el resultado negativo en distribución del ingreso, y se creó un gran sector monopólico que esquilmó a los consumidores y trabajadores. He ahí el resultado de no hacer las cosas en democracia, una buena forma de organización social, al fin y al cabo.
Yo la verdad que creo es que si hay un sesgo sobre Fujimori éste es completamente a su favor. Ya he mencionado a los medios, pero esto también ocurre en la academia, en los empresarios, en los políticos. He mencionado en algunos posts a las fuji-feministas. Desde luego que la evaluación de su parte sobre los años fujimoristas es muy sesgada. Muchas ONGs hoy en contra de Fujimori, algún nivel de colaboración tuvieron con el ex-gobernante y de ahí que sus críticas no tienen todo el filo que podrían tener. Las esterilizaciones forzadas masivas serían sólo exageraciones. Para algunas ONGs de derechos humanos presunción de inocencia vale para Barrios Altos y Cantuta, pero no para Castro Castro. Ellas defienden sólo a los inocentes, no a los culpables. Fujimori tiene responsabilidad penal, pero Belaúnde y García sólo responsabilidad política. En fin.
Este tema no ha hecho sino comenzar. Veremos cómo se decantan las cosas en las próximas semanas.
Saludos,
Roberto, ya que tocas el tema, si tu o yo o muchos no hemos ido a la lucha armada es porque habiendo leído a Marx, Lenin, Mao o Mariátegui nos hemos quedado con lo que nos convence y no le hemos hecho caso a muchas otras cosas que proponen claramente. Otros sí lo hicieron.
Y los puntos:
Terrorismo: No creo que los ciudadanos de Tarma, Huanta o Ayacucho concuerden contigo en que SL estaba siendo derrotado en la Sierra Central en 1990. No solo allí: existía una fuerte presencia de SL en la Sierra Norte, en Cajamarca y La Libertad. O más cerca nuestro, Villa El Salvador o Huaycán.
Al contrario, SL sobreestimó sus fuerzas y creyó llegar al equilibrio estratégico. No significa que no existieran avances al respecto en el período de García, pero en 1990 la sensación general, tanto a nivel estatal como de SL, era que era el Estado y no el movimiento subversivo, quien no daba más.
La tesis de que vivimos una Matrix (como propone Silvio, a quien respondo lo demás en el siguiente comentario) y que la realidad de la pastilla roja era que SL realmente no era una amenaza para la nación me parece, tras decenas de miles de muertos y miles de millones de dólares en costo material, innecesaria de rebatir.
Lo que me parece increíble es tener que intentar convencer de esto a compatriotas que fueron contemporáneos de esa época.
Sobre los detalles, como menciona Litio: el GEIN era el Estado al igual que todas las fuerzas del orden. Y fue el Estado el responsable del GEIN, de las leyes de arrepentimiento, de la exposición de un Abimael capturado ¡firmando un acuerdo de paz!, de las múltiples capturas, de políticas de presencia material en zonas anteriormente focales de SL (ya, populismo), el que afinó el trabajó con los ronderos (ya armados en la época de Alan) y no sólo fue, como crees, el grupo Colina.
Economía: No he leído el estudio que mencionas, pero espero que el cálculo de Quiroz no se base principalmente en justiprecios ideales de las empresas estatales que se vendieron. Tampoco es para negar lo obvio: es seguro que se puede encontrar corrupción en ese proceso. Pero si fue de esa titánica magnitud no explica la recuperación económica de pasar a tener las reservas negativas dejadas por Alan a lo que se dejó en las arcas a Paniagua y Toledo diez años después. Una economía como la peruana de 1990 que sufra en los diez años siguientes un robo de 14 mil millones debería haber sucumbido en un estado somalí.
Dices: "Esa "viabilidad" fue tan eficiente, que el Perú no pudo afrontar la primera fase de la recesión mundial que hasta ahorita golpea."
La crisis del 98 afectó a países "viables" y desarrollados. Japón por ejemplo. Resultaría ocioso comparar cuán viable era el país en 1990 y cuanto en 1998, antes de la crisis. No son nimiedades para soslayar.
Infraestructura: Cabría indagar qué porcentaje de todo lo construído fue de mala obra y cuánto de eso sirve ahora.
Ecuador: a) No hubo guerra, fue un conflicto armado focalizado.
b) Ecuador no fue efectivamente desalojado de "Tiwinza", pero a la vez no logró la ventaja deseada sobre el terreno para negociar en la mesa. Los diplomáticos no trabajan sobre fantasías sino sobre hechos concretos, Roberto.
c) Por si acaso: la Cancillería que logró ese tratado también era el Estado.
Insisto, ignorar, soslayar o subestimar qué pasó en esa época, puede hacer parecer a corto plazo que entierra a Fujimori, pero a la larga juega a favor, no de él, sino del siguiente autócrata.
Un abrazo,
Hola Silvio,
Desde el 2000, la presencia del fujimorismo en prensa es mucho menor de la que crees. Si te refieres a que no todos tienen un pensamiento monolítico con respecto a la sentencia, es algo muy distinto y lejos de un "contubernio mediático-fujimorista" como muchos dejan entendido. Tolerancia a la discrepancia, que además tiene variados matices.
Extrapolándolo a Toledo, te recuerdo que las mayores y más ácidas críticas provinieron de personajes ultra-antifujimoristas como Cecilia Valenzuela o César Hildebrandt. Criticar a Toledo no solo era funcional a Fujimori, sino también al APRA, a Unidad Nacional de esa época y, terminado su primer año de romance, a la izquierda misma, entre otros actores. Agrupar todos esos intereses como una prueba de fujimorismo es errado.
De las "torturas" a Susana Higuchi, supongo que estás con quienes piensan que sus hijos son unos monstruos desnaturalizados por desacreditarlas, e ignorar las idas y vueltas que ha dado la misma Susana Higuchi sobre el tema de Fujimori. Pero cómo es Fujimori, sin límites a su maldad, pues cualquier cosa le cabe, venga. Justo a eso me refiero al hablar de la demonización.
Me acusas directamente de caer en la exculpación del "robó pero hizo obra" a pesar de haber dejado muy claro que nada exculpa una larga lista de faltas y delitos que cometió, y que apoyo que deba ir a la cárcel. Pero por hacerlo no voy a ver las cosas en blanco y negro y ponerme a narrar un cuento de hadas con ogros y príncipes como hacen ambos bandos contrapuestos.
Sobre el pensamiento voluntarista (aunque preferiría seguir con la anglosajonada hasta dar con un mejor término) me refiero específicamente al caso peruano. Coincido contigo en poner en duda la tesis de asociar mayor progreso económico con un régimen autoritario. Pero en el caso peruano no solo me refiero a la economía sino a cambios sociales radicales como los sucedidos con Velasco.
Y por supuesto que muchos cambios (sino todos, permitiendo el pecar un poco de "wishful thinking") se pudieron dar en democracia. Pero no por el simple hecho que la democracia sea efectiva como sistema de gobierno per sé. Se necesita que esté armada, entre otras cosas, de un arsenal de análisis cercanos en lo posible a la realidad. Debemos procurar que eso no nos falte solo por apostar todas las cartas contra el enemigo de coyuntura.
Como históricamente nos pasa.
Saludos,
(se me escapa: sobre el tema de las esterilizaciones forzadas tenía una visión parecida al contenido de tus posts que tratan del tema, hasta que encontré distintas versiones de una cadena de acontecimientos en ese caso. Prometo una respuesta cuando arme las piezas sueltas).
Hola Andrés,
Nomás dos cositas.
1. Sobre las torturas a Higuchi, pues ahí están las evidencias. Si me hubieran dicho en 1999 que Fujimori se fugaría del Perú como lo hizo, en plenas funciones y amparándose en su nacionalidad japonesa y hasta postularía a senador japonés, no lo habría creído. Habría dicho que eso lo creen quienes ven a Fujimori como la maldad sin límites.
2. Quien piensa "robó, pero hizo obra" precisamente reconoce que el gobernante robó e hizo cosas malas. No las niega. Pero a continuación añade que al menos "hizo obra". Si te "acuso" de pensar "robó, pero hizo obra" y me respondes que has reconocido que Fujimori ha cometido delitos, pero también quieres ver lo bueno, pues no me estás negando que piensas así. Sólo lo estás justificando.
Saludos,
Hombre, creo que entiendes lo contrario de lo que expreso: que hizo obra pero delinquió.
No es lo mismo. No es exculpatorio como si lo expusiera al revés.
De allí el orden de mi exposición en el post: nada es excusa para que no reciba castigo por alguna vía. Y eso es saludable para el país.
Saludos,
Con respecto a la Ley de Godwin sobre la comparación con Hitler y el Nazismo o con Abimael y Sendero.
Aquellos que justifican las matanzas, el golpe de estado y todas las barbaridades de Fujimori en nombre de la paz y la economia deberian afiliarse al partido Nazi, pues el sr. Hitler y su cupula creian que debian destruir la democracia y matar a judios, romanis (gitanos), homosexuales y comunistas en nombre de la patria.
Y no olvidemos que en 1990 el GEIN, formado antes de Fujimori, hubiera podido atrapar a Abimael de no ser porque Vladi les cancelo el operativo.
Fabber, no intentes debatir cada punto que menciona del "referente moral" Roberto Bustamante que poco o nada tiene que ver con el sentido de ésta entrada (el tratamiento que le da al Caso Fujimori un sector de la prensa, NO FUJIMORI), él no es más que un representante de ésta corriente maniquea a la que señalas, en todo caso servirá como ilustración de la misma.
Ahora, con tu permiso quiero responder unos puntos a uno de tus posteros.
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Rendon, "realidad virtual" vs. "realidad real" siempre ha sido el estilo de la prensa, no diré peruana sino mundial. Hay cosas demasiado incómodas,/nconveientes para ser puestas en pantalla.
Eso de ahora venir a decir que los fujimoristas tienen control de un grueso sector de la prensa es olvidar el enorme bloque anti-fujimorista que persiste en los medios. La reacción a la sentencia no ha sido "a favor" de Fujimori sino más bien una reacción lógica al fangoso sustento del fallo condenatorio, algunos hubiésemos reaccionado igual si bajo esa modalidad el condenado hubiese sido Humala o algún dirigente de izquierda.
Sostener que los fujis gozan de un gran poder mediático es querer inflar un gorgojo al tamaño de un rinoceronte. Más un síntoma de paranoia ideológica que una mirada fría a la realidad.
Rendón, ve donde la Sra. Higuchi y pídele que te muestre las marcas de las supuestas "torturas", te reto a que las muestre. Dime una cosa, de ser ciertas esas iniciales acusaciones y de haber evidencias ¿por qué éstas no fueron enviadas a Chile en el proceso de extradición?
Si usted considera que Sendero Luminoso era un "peligro exagerado" entonces no voy a tratar siquiera discutir ese punto para no entrar en peleas inútiles, ahí usted, es libre de creer lo que quiera.
Por supuesto que hubieron grandes perdedores de su gobierno, como más los hubieron ganadores. Al menos el ratio del país que recibió al que dejó es muy superior al de cualquier gobernante en la historia reciente.
El hecho es que en la historia de nuestra república la dictaduras han sido más efectivas que las democracias. Es innegable. Solo un idealista divorciado de la realidad (de los que abundan en la inteligentsia limeña) puede resistirse a aceptarlo.
Cosita 1. Cobardía no es sinónimo de maldad, hasta un pre-escolar puede distinguir una de otra.
Cosita 2. Ya te la respondió Fabber.
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Otra vez Fabber, entenderás que en éste asunto no soy parcial y que puedo caer por momentos en los extremos que criticas pero considero que es fútil jugar limpio contra un rival que juega sucio, mete cabes y miente con descaro. Igual saludo tu postura sobre éste asunto y el llamado de atención a la blogósfera por más que su necedad se niegue a escucharlo. Más clarificante que mil posteos del talibán Godoy o que diez del idealista (en el caso peruano, pragmatísimo para Israel) Rendón.
Andrés (como director de debates de este espacio),
- Fácil es ponerse gallo con retos retóricos y calificativos cuando se vive escondido detrás de un pseudónimo. Eso es jugar con ventaja. Es disparar al interlocutor sin exponerse a recibir una respuesta del mismo tipo. Aclaro un par de cosas y doy por concluído el intercambio con esta persona.
- Hubo muchas denuncias que no llegaron a Chile, pero no por eso dejan de ser ciertas.
- Sendero no había logrado el "equilibrio estratégico". Nunca lo hizo, pero el gobierno de Fujimori interesadamente lo pintó como que si lo hubiera logrado.
- O sea que aquí no se pone en duda que Fujimori es un cobarde.
Rendón
- No necesitas excusas si no puedes responder, no estás en la obligación de hacerlo y ésto no es un "debate".
- Bueno pues, habrá que probarlas. Que pase la Sra. Higuchi.
- Rendón, ya he dicho que no voy a discutir eso contigo. ¿Para qué le sigues dando?
- Así es.
Queda ahí entonces.
Saludos.
Viejo, tú como siempre tan alturado, yo que pienso políticamente más del lado "caviar" no le encuentro huecos a tu disertación.
El problema al fin no es la sentencia, que tú mismo aceptas por el lado "cobarde e inmoral" de Fujimori que merece todo el peso legal.
El problema es, como bien dices, el mal uso que se le dará a la sentencia, perpetuando errores.
Solo una cosilla... la "supuesta" tortura a la Sra. Higuchi... vamos tío, asi empiezan los que luego niegan las matanzas extrajudiciales...
Muy buen post mi estimado amigo.
Sobre un punto del debate, escribo algo que maso puse en otro blog... ¿por qué en el análisis de la guerra contra Sendero no se toman en cuenta la opinión de los especialistas en el tema?
Ahora muchos comentan que acabado Abimael, adios Sendero, minimizando otros aspectos como la lucha en el campo con los distintos escenarios: las particularidades de cada zona, la logística, el entrenamiento de los ronderos, su implementación y un largo etc.
Para este argumento se usa una parte de la interpretación que hace la CVR sobre el conflicto, pero yo digo ¿Qué comisionado o grupo que elaboro el informe final es especialista en combate contrasubversivo? O, al menos, que conozca sobre guerras civiles, conflictos armados, etc.? Ojo no desmerezco su trabajo en recopliar información, que me parece muy valioso, pero de ahí a más... tengo mis dudas.
Un claro ejemplo de lo que dije es cuando algunos abordan el tema de Ecuador. Aunque felizmente siempre hay una respuesta lúcida para este punto:
Ecuador: a) No hubo guerra, fue un conflicto armado focalizado.
b) Ecuador no fue efectivamente desalojado de "Tiwinza", pero a la vez no logró la ventaja deseada sobre el terreno para negociar en la mesa. Los diplomáticos no trabajan sobre fantasías sino sobre hechos concretos, Roberto.
c) Por si acaso: la Cancillería que logró ese tratado también era el Estado.
Que tal rush, mi amigo. Como diría Charly: Say no more.
Hola,
algunos aspectos bastante discutibles. por mencionar uno: solo mencionas los "polos" (expresado en las acusaciones de caviares y geishas). donde entra la reacción del apra en todo esto? (quizas, jugando una vez mas su carta de "centro" -moderado, etc-, que utilizo "inteligentemente" en las elecciones).
saludos,
Fujimori viendo a "geishas" por todas partes... jajaja! muy agudo! ;-)
Te mando un saludo y mil perdones (por tenerte abandonado... entre mis oposiciones y que no domino alguno de estos temas jeje...)
sigo teniendo tu número! a ver cuándo vienes por Barcelona!!!
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