
En mi opinión, prescindir de las categorías de izquierda y derecha obedece a una malentendida postura posmoderna y a la ilusión de estar "más allá del bien y del mal" cuando la realidad es que toda postura política acaba inclinándose en algún grado hacia un lado o hacia el otro. El centro político exacto no existe como tal, a lo mucho se es ligeramente de izquierda y con algunos planteamientos de derecha o viceversa. Lo que ha cambiado es como se entendían izquierda y derecha desde los tiempos en que se estableció esa analogía por el orden en que se ubicaban los partidos en la Cámara de los Comunes en la Inglaterra de finales del s.XVIII y comienzos del XIX: los whigs, liberales, en la izquierda, y los tories, conservadores, en la derecha.
La llegada del comunismo y luego del fascismo añadió tintes extremos a ambas alas, pero resultó que así como descubrimos que el mundo es redondo, lo mismo pasó con la política y tanto extrema izquierda como extrema derecha cuanto más se alejaron, mas puntos en común encontraron. Tan trascendente como fueron para la geografía los viajes de Colón y Magallanes, fue para la política el pacto Molotov-Ribbentrop, donde los totalitarismos de Stalin y Hitler se dieron la mano y tuvieron unos 3 años de paz en las que la retórica fascista prohibía hablar en contra de la URSS y la Internacional Socialista ponía paños fríos y excusas al Tercer Reich. Izquierda y derecha viajaron en direcciones opuestas y acabaron en la misma isla. Como consecuencia de haber llegado a saborear la destrucción fruto de los extremismos ideológicos en la Segunda Guerra Mundial, las posturas moderadas, vistas antes como tibias o revisionistas, se hicieron un espacio mayor. La socialdemocracia ganó espacios al comunismo puro y duro, y el fascismo fue relegado a una tendencia casi exterminada.
No quiero acabar en una larga historia del pensamiento político, pero para ubicarnos en el presente es justo no saltarnos la revitalización de la derecha como consecuencia de la decadencia de los sistemas comunistas, evidenciadas espectacularmente en la Caída del Muro en 1989, y el combustible ideológico que significaron pensadores como Von Hayek y sobre todo Karl Popper, que por primera vez pusieron en defensiva dialéctica a la izquierda, arrancaron el mote de "conservador" a la derecha y se abanderaron con la tradición liberal. El totalitarismo de izquierda, que no había sufrido una derrota militar como el de la derecha, entró en colapso y se vio relegado a ciertas zonas del mundo como Corea del Norte y Cuba, mientras China adoptaba el libre mercado.
La izquierda no fue derrotada pero si sufrió una grave merma que se evidencia en que lo que se considera comúnmente centro, lo que es el eje imaginario para calcular las posiciones ideológicas, se corrió hacia la derecha. Los extremistas de izquierda salieron del mapa político, los moderados izquierdistas de antes quedaron en el extremo, y los que antes eran casi acusados de filofascistas por maoístas y troskistas, ocuparon el lugar de los moderados. Por el lado de la derecha, el corrimiento del eje político hizo posible la reaparición de los extinguidos fascistas, con movimientos importantes en Francia, Rusia y Austria donde incluso llegaron al poder por un año con Haider.
Lo que entendemos como izquierda o derecha obedece a la evolución de la percepción de estas, resumida con violencia en las líneas anteriores. Tanto izquierda como derecha han librado batallas aproximadamente durante 2 siglos y medio, y en la confrontación sus ropajes ideológicos y científicos se han desecho casi por completo, por lo que a mi entender han quedado prácticamente desnudas, mostrando lo que verdaderamente son: no opciones racionales, sino sabores de medidas políticas, mas cercanaa a la diferencia estética de lo dulce y lo salado, que a la ética del bien o del mal. Antes que un lado haga lo correcto y otro esté imbuído en el error, ambos intentan acertar pero por su naturaleza parcial e incompleta, yerran.El cuestionamiento a la izquierda y la derecha nace del hecho demostrado que cualquier militancia en ambos lados resulta, de una manera inevitable y lógica, susceptible de entendible crítica, con tendencia a la falacia y la doble moral, y resultante en fracasos económicos (sobre todo para la izquierda) o fracasos sociales (sobre todo para la derecha). Ha llegado el momento de ponernos a pensar en que el arte de la política ya no debe consistir en como defender las posiciones de izquierda o de derecha, sino DE COMO USAR a la izquierda y derecha para un buen gobierno. La izquierda y la derecha ya no deben ser más hogares y trincheras, deben ser herramientas, ingredientes mezclados en proporciones racionales para una gobernanza acorde con los tiempos modernos. En consecuencia, a la hora de juzgar a un político no debemos comenzar por si es un cerdo fascista o una rata comunista, sino que su performance debe empezar por ver que tan hábil y exitoso es mezclando los dos sabores principales de la receta, probar el guiso y decirle si se le pasó la sal o el azúcar o si falta más de uno de los dos.
Para hacernos una idea de los ingredientes, observen este arriesgado clavado mortal a la piscina con necesarias (y corregibles) definiciones, basadas en la percepción cotidiana de lo que entendemos actualmente como izquierda y derecha.
¿Qué es izquierda contemporánea?
La tendencia política que tiene como primer objetivo lograr una menor desigualdad o a veces una igualdad absoluta de las clases sociales, buscando en mayor o menor grado alternativas al sistema capitalista. La libertad económica, la propiedad e iniciativa individual y la generación de riqueza se supeditan a estas metas.
¿Qué es derecha contemporánea?
La tendencia política que tiene como primer objetivo la generación de riqueza, la libertad económica, la conservación del sistema capitalista y de la propiedad e iniciativa individual. La igualdad social y los problemas de pobreza se supeditan a esas metas.
¿Cuál es la competencia principal del Estado?
Izquierda: en mayor o menor medida la distribución planificada de la riqueza, la propiedad y la sociedad en su conjunto.
Derecha: la garantía del respeto a la propiedad privada, la libertad económica y el orden público.
¿Qué es la pobreza?
Izquierda: El problema principal de naturaleza ineludible y la raíz de las desigualdades sociales.
La solución solía ser una economía planificada socialista con partido único, pero en vista de sus reiterados fracasos, un modelo alternativo e identificable aún sigue pendiente. Entre tanto, lo único visible son impuestos mas elevados para mantener y mejorar la asistencia social.
Derecha: Un fenómeno inevitable consecuencia de la lógica de la libertad económica y la iniciativa individual.
No hay solución, pero una forma de aminorarla es promoviendo aún más las libertades económicas para que los que más tienen acumulen más y así "chorree" un poco más a los que menos tienen, mecánica conocida como trickle-down.
¿Qué es la propiedad individual?
Izquierda: Un derecho con ciertos límites fijados por el Estado, que obedecen a la planificación del orden social y económico.
Derecha: Un derecho inalienable a la par del derecho a la vida y a la libertad.
¿Cómo se mejoran las condiciones de vida de la población?
Izquierda: Mediante la intervención del estado en mejoras de servicios de salud, educación y asistencia social, financiados por impuestos elevados o por una planificación directa y central del Estado y una considerable administración de la riqueza.
Derecha: Mediante la mecánica de la iniciativa individual y el libre mercado, que es una mano invisible con la capacidad de dejar todo en el sitio que le corresponde. La competencia desrregulada y menores ( o nulos impuestos) favorecen esta mecánica que se traduce en mayor acceso a bienes.
¿Qué es la democracia?
Izquierda: La manera más aceptable de llegar al poder.
Derecha: Un sistema de gobierno que debe asegurar las libertades económicas y la propiedad individual.
¿Cuál es la principal diferencia en estos tiempos entre la izquierda y la derecha?
La izquierda apunta hacia el problema que todos queremos solucionar, nos dice como gritarlo pero no como solucionarlo, mientras la derecha esquiva la mirada del problema principal pero logra concentrarse en otros puntos donde tiene más éxito que su contraparte como la mejora del nivel de vida de algunos sectores, pero a espaldas de los problemas de otros.
Y la definición final de este post:
¿Son tendencias excluyentes?
No hay una respuesta definitiva, pero todo parece indicar que al contrario, son tendencias complementarias y sirven para una tarea o para la otra. No se puede usar una política de derecha para combatir un problema social, ni tampoco una de izquierda para generar riqueza y competitividad, pero se pueden apuntar a la vez ambas armas a los objetivos precisos y está demostrado históricamente.

"No importa el color del gato, sino que cace ratones" es otra frase de Deng que sería bueno recordar en política, antes de pasar a un ejemplo más democrático, donde la generación de riqueza y la reducción sustancial de la pobreza no está enfrentada a la libertad individual.

"Creo en el individualismo, pero solo hasta cuando el individualista empieza a medrar a expensas de la sociedad."