17.7.07

Ocho cosas que Ud. no sabía sobre Fabber

(... aparte que siempre le puedes ganar en el taco)

Un meme que Pierrot ha lanzado desde su caleta con las coordenadas de este navío, ha estallado por encima de la línea de flotación y casi llega a la santabárbara: ocho cosas que los demás supuestamente no saben sobre uno. Es una tarea algo complicada, si consideramos que a veces uno cree no haber contado las cosas y luego todo el mundo ya las sabía con mejores detalles.
Aprovechando el pretexto para hacer esta bitácora un poco más personal, recojo el guante:

1. La concepción. Mi cumpleaños tuvo que ser el 5 o 6 de Mayo y no el 13. Por la huelga de médicos en el año 1978 d.c. mi nacimiento se retrasó días y días. Por poco me disuelvo en la amniosis como el azúcar en té verde, de no ser por un oportuno y cesáreo cuchillazo. Claro que la tardanza trajo complicaciones.

2. Las complicaciones. Casi muero. Problemas con riñones, convulsiones espontáneas y estropicios digestivos me llevaron una y otra vez al hospital. Me recetaron unas gotas para los intestinos que tomaba todos los días de mi temprana infancia. Cansado de la rutina, a los 3 años tuve una fantástica idea que no se le había ocurrido a los adultos: si una gota al día me hacía bien, tomarme todas las gotas de un porrazo me volvería no solo saludable, sino invencible. Lo que siguió fue la consecuencia farmacológica del niño que se lanza desde las alturas para volar como Supermán, pero a nivel duodenal. Borré mi flora intestinal y pase meses internado. A esa tierna edad, es una eternidad. Olores como el vapor sopero de las industriales cocinas del hospital, visiones como los pasillos largos, asépticos y silenciosos a las tres de la mañana, y la sensación del tubillo de suero en el brazo como una prolongación natural de mi cuerpo no me abandonan aún. Créanlo o no, son recuerdos gratos. Cuando sané y me quitaron el suero, sentí como si me amputaran un dedo y anduve incompleto por una temporada.

3. Dibujaba mapas donde el Perú realizaba una conquista mundial. La manía nació apenas salí del hospital y me duró hasta los preocupantes 13 años, claro, con proyecciones más realistas: solo conquistaba Bolivia, Ecuador y el norte de Chile. Conozco algunos que a los 40 o 50 años siguen con la misma manía y tienen partidos que inducen a votar por males menores. A ellos les recomiendo la terapia que me curó: Civilization de Sid Meier.

4. A los siete años, fui monitor en la misa de los niños, a las 7 de la mañana de los Domingos. Mi objetivo: ser santo. Quería convertirme en un ser pío y sin pecado, porque si caía en gracia a los ojos de Dios podía obtener la siguiente gama de poderes: levitación, presciencia, telekinesis, teletransportación, proyección espiritual y además un amplio abanico de seguidores que le prenderían velas a mi imagen en estampitas. El acceso a libros de historia detallados sobre la evangelización de América y la destrucción de la cultura incaica pusieron en la balanza esas dos cosas importantes: mi fe y mi amor por el país. A los nueve, deseaba que estallara el Vaticano.

5. A los doce me colé en el grupo RAMA gracias a la tía esotérica de la familia. Investigaba sobre meditación y maestros místicos porque me sentía destinado a alcanzar el Nirvana e iluminar el mundo. La etapa fue provechosa a pesar que nunca ví un OVNI en las expediciones y que me desengañé de la historia del Consejo Galáctico pregonada por Sixto Paz. Aprendí muchas cosas útiles y me divertía en las salidas a Chilca. El viaje al congreso internacional de RAMA en Cuzco fue una de las experiencias más bonitas y alucinantes que recuerdo. Si muchos pasaron por los Boys Scouts, yo pasé por RAMA.

6. Ya ateo (que no materialista, sigo creyendo en que el método científico es una herramienta incompleta y que te ciega a muchas cosas maravillosas) , saqué la conclusión que podía existir vida inteligente en otros sistemas solares, pero que quizás jamás nos habrían visitado. Para mi fortuna, el año pasado junto a mi hermano David, presenciamos el vuelo de un platillo volador encima de mi casa en Surco. No fue una luz extraña, ni una estela errática. Era un aparato volador. Brincamos emocionados y despertamos a mucha gente con llamadas telefónicas.

7. Mi pareja de promo me dejó colgado y fui a la fiesta con mi compasiva prima, como buen loser. Fue una de las mejores fiestas que recuerdo. No sé si alguna vez volveré a cantar la Marsellesa Aprista y la canción de los Caballeros del Zodiaco con un coro tan numeroso de borrachos. Los años maravillosos nunca volverán.

8. La verdura que más odio es el frejol chino. Me impide saborear bien el tallarín saltado y cuando lo entreveran, se camufla diabólicamente. Ante eso, comer un tallarín saltado en un chifa me demanda una paciente labor de 5 a 10 minutos de minucioso appartheid para degustar el platillo como a mí me gusta.

Lanzo el meme solo a 4 nuevos elementos, porque mi armadura es de Damage Reduction 4:

Circo Místico, de Raúl Chamorro (a ver si se reactiva)
Nubiru, del siempre sorprendente Fújur
Caminante Huamanripa, del euzkadeño Huamanripa
Carolate's Playground, de la profesora de Defensa contra las Artes Oscuras en Innsmouth

5 comentarios:

Pierrot dijo...

Comodoro Fabber

Recibido y muchas gracias por acceder a mi humilde petición.

Algunos breves comentarios sobre algunos puntos.

2. Ya sospechaba que como Obelix, te habias caido en la Marmita alguna vez. Bienaventurados los que no necesitan poción magica.

3. Yo tambien. El vicio y la rehabilitación fueron semejantes. El ajedrez también ayudo. Pero nada mejor para destruir megalomaniacos deseos de dominación que ver a nuestra selección nacional de Futbol.

Ahoys desde La Victoria

Carolate dijo...

8. Yo no sabía que el frejolito chino es la soya. Aquí me he venido a enterar. A mi no me gusta porque mi viejita linda lo prepara en un guiso que no se comería ni mi sacrosanta abuelita.

7. Mi pareja de promoción fue... el sobrino de la esposa de mi tío. Si, todavía hay alguien más loser que tú. Lo bueno es que luego me quedé con el chico que me gustaba porque le ayudé a entrar a la fiesta. No bebí porque mi viejo era el director y estaba presente. Ò_Ó

No te comento más. Ya luego cuento más sobre mi en la página oscura.

Fabber dijo...

Pierrot: para recuperar el orgullo nacional el primer paso es vetar el futbol de la agenda del IPD. Pero, mea culpa, cada vez que juega la selección por las eliminatorias no puedo evitar ver los primeros partidos (los últimos ya no, porque ya no tiene chance).

Carolate: Esperaré vuestras oscuras revelaciones. ¿Tu viejo era el director del tu cole? Bueno, la desventaja es que no podías ocultarle tus notas.

Fujur dijo...

Supongo que la estima me ha hecho caer en la mala jugada de rellenar algo sobre mí jejeje.

Por cierto, muy buen comentario para un inexacto artículo. Veo que también te gusta la historia. Algo más que nos une compañero!

Espero que haya cumplido bien con la cadena!

Gastón dijo...

Comodoro, regresando el Tercio Viejo de Cartagena a tierras del Rey nuestro señor, recojo el reto vacante por otros y me sumo al reto.

Me sorprendiste con tu pasado religioso, de verdad no me reia tanto desde el discurso de 28.