Ayer fue un día negro para Lima. Hordas de delincuentes hicieron fracasar un operativo policial muy mal concebido entre la Municipalidad de Lima y el Ministerio del Interior para bloquear el acceso al ahora ilegal mercado mayorista de La Parada. El resultado fue 2 muertos, 100 heridos (entre ellos 66 policías) y saqueos en la pujante zona textil de Gamarra, visitada días antes por Hillary Clinton. La capital peruana se convirtió en Mogadiscio, y muchas de sus calles fueron tomadas por asalto por nuestro estrato más lumpenesco.
Es obvia la responsabilidad política de la alcaldesa Villarán quien, aunque insiste en que todo estaba "perfectamente planificado", por lo menos la ha asumido. También existe mucha responsabilidad entre los que planearon todo a nivel operativo. Pero este rápido post no es para chancar más a la ya, justamente, chancada burgomaestre o para hablar de cómo algunos recién se dan cuenta que el principio de autoridad es importante y necesario, al menos (por algo se comienza) cuando la autoridad es de izquierda. Críticas es de lo que más sobra en este momento.
Es de interés de todos que el traslado de los comerciantes mayoristas de La Parada a Santa Anita sea un éxito. Apuntando a ello el operativo intentó ayer bloquear físicamente las calles de acceso para evitar el ingreso de los camiones de transporte. Al ser un bloqueo físico, se enfrentaron directamente con los delincuentes que pululan la zona, al servicio de muchos (no todos) comerciantes opuestos a moverse.
Sugiero aquí otra aproximación, ya que andamos por twitter en plan de #Siyofueraalcalde:
En vez de barreras físicas que van a ser movidas o destruídas de manera constante, que además no solo requerirán permanente presencia policial sino que serán manantiales de múltiples enfrentamientos, puede resultar mejor dar una ordenanza de emergencia de restricción de transporte pesado en el área, pero una con una multa espeluznantemente alta.
El transporte pesado y su exposición fuera de la zona de La Parada es el punto débil de los que se resisten a cambiar La Parada por Santa Anita.
Se ponen carteles de advertencia donde el camionero podrá leer "Usted está traspasando los límites de la zona restringida, y adentrarse conlleva una multa de (por ejemplo) 20 UIT)". La zona restringida no es inabarcable para estos propósitos. Y fuera de la zona, pero en sus entradas y lejos del área casi tomada por las hordas lumpenescas, policías o cámaras de vigilancia tomando nota de las placas de los camiones que osan entrar.
La multa se aplica una vez salgan de esta suerte de "Fuerte Apache", fuera de la zona peligrosa donde el policía puede enfrentar los riesgos que hemos visto. Y listo, veamos cuántos camioneros intentan llegar al Valle Prohibido. Cero barreras físicas. Cero violencia. Cero enfrentamiento. Puro estrangulamiento comercial en las áreas vulnerables. Pura coerción económica en la yugular. Y así, un mercado que ya no debe existir, se verá simplemente sin oxígeno.
Vamos, no soy ningún experto en transporte pero tampoco he visto a los expertos muy exitosos con este tema. El fondo es que quiero hacer algo en vez de criticar, porque Lima es la ciudad donde vivo y que quiero con ese cariño masoquista que le profesamos sus habitantes. Y no quiero, en lo posible, que esto acabe con otra violenta batalla con muertos y heridos.
Esta consultoría además, si no convence, costó 0 soles y no los 7 millones que parece se han gastado en asesorías sobre este tema en la Municipalidad.
A poner el hombro todos en este tema más allá de antipatías políticas. El desalojo de este foco infeccioso y una ciudad mejor es el bien común.
UPDATE 1: Quienes leen la idea me dicen que 1. Multas impagas hay por montones 2. Los choferes no son dueños muchas veces del vehículo.
Entonces, la medida puede ser más seria: Confiscación preventiva del vehículo. Sea chofer o propietario resuelve 1 (el pago de la multa) y 2 (la amenaza de, aún no siendo dueño, quedarse sin herramienta de trabajo).
Gracias por alimentar esta idea de críticas y por la atención.
UPDATE 1: Quienes leen la idea me dicen que 1. Multas impagas hay por montones 2. Los choferes no son dueños muchas veces del vehículo.
Entonces, la medida puede ser más seria: Confiscación preventiva del vehículo. Sea chofer o propietario resuelve 1 (el pago de la multa) y 2 (la amenaza de, aún no siendo dueño, quedarse sin herramienta de trabajo).
Gracias por alimentar esta idea de críticas y por la atención.